En ocasiones, las reuniones con amigos pueden irse de las manos llegando a protagonizar momentos que dejan auténticas lagunas mentales. El gran responsable de que perdamos la cabeza e incluso la noción del tiempo, suele ser el abuso del alcohol.
Esto es precisamente lo que le pasó a un hombre en un pueblo de Turquía cuando se fue de fiesta con unos amigos. Una experiencia que podría haber sido una pesadilla, pero que acabó siendo de lo más cómica.
Las autoridades recibieron una llamada de emergencia después de que un hombre desapareciera y no regresase a su domicilio. Cuál no sería la sorpresa del dispositivo de búsqueda cuando, entre los voluntarios, se encontraba el supuesto desaparecido.
Un hombre borracho desaparece en pleno bosque
La noche del pasado martes 28 de septiembre fue inolvidable para un grupo de amigos que decidió pasarlo bien en el distrito turco de Inegöl. Hasta un bosque donde suelen reunirse para beber, se trasladaron dispuestos a olvidar las tensiones del día.
Todo transcurría bien, las risas dominaban el momento y el alcohol fluía sin medida. Sin embargo, de repente Beyhan Mutlu, un hombre de 50 años, desapareció. El resto de amigos le perdieron la pista y no lograban dar con él por mucho que le gritaran por su nombre.
Tras la búsqueda infructuosa, pensaron que, quizás, había regresado a su casa y hasta allí que fueron para preguntar por él. La mujer de Beyhan afirmó que no sabía nada y le llamaron por teléfono sin obtener respuesta.
La preocupación crecía por momentos. Mutlu estaba en evidente estado de embriaguez y podría acabar teniendo un accidente, había que encontrarle sin demora alguna. Fue entonces cuando decidieron llamar a la policía y a los servicios de emergencia que se trasladaron hasta el lugar de la desaparición.
El desaparecido participa en su propia búsqueda
La angustia crecía por momentos. Los amigos y la mujer de Beyhan asistieron al despliegue que se organizó en la zona forestal donde había desaparecido. Rastrearon y peinaron varias zonas del bosque para encontrar cualquier pista que les dijera donde se encontraba o hacia donde había podido ir.
El dispositivo de búsqueda estaba formado por profesionales y por voluntarios, allegados y conocidos de Mutlu. Las primeras batidas no fueron un éxito y el hombre continuaba desaparecido, nada se sabía sobre él. Hasta que una voz les sobresaltó.
Mientras el grupo gritaba el nombre de Beyhan, un integrante de la búsqueda preguntó extrañado: "Oye ¿a quién buscamos?". Le explicaron a aquella persona despistada lo ocurrido y la identidad del desaparecido y lo que respondió, les dejó con la boca abierta.
"Estoy aquí", contestó tranquilamente. Mutlu explicó que se había unido al dispositivo de búsqueda pensando que era otra la persona desaparecida, tal vez un vecino. Al tener conocimiento de la identidad y descripción del hombre, entendió que se estaba buscando a sí mismo.
Con razón no lograban localizarlo, cómo imaginarse que el supuesto desaparecido se encontraba entre el grupo de rescate buscándose a sí mismo. Las autoridades le tomaron declaración y, tras comprobar que se trataba de él, decidieron poner fin a la búsqueda. Afortunadamente se encontraba sano y salvo y los agentes procedieron a llevarle a casa.
Nadie puede entender cómo sus amigos no le reconocieron entre la gente que formaba el dispositivo de rescate. Era más que evidente que el alcohol había hecho estragos entre ellos, pues ninguno se percató de la presencia de Mutlu.
La foto y la historia de Beyhan buscándose se ha hecho viral quedando en el recuerdo como la noche más épica del grupo de amigos. Sin duda, será la comidilla del barrio durante mucho tiempo.