La agónica búsqueda de José Luis Bueno Galán, de 52 años, ha acabado de la peor forma. Lo han encontrado sin vida dentro de su coche en una calle del madrileño barrio del Pilar. Aunque hay una investigación en marcha, las primeras hipótesis apuntan a que se ha quitado la vida.
José Luis desapareció el pasado sábado, en Madrid, cuando no volvió a casa a comer después del trabajo. Inicialmente, sus amigos y familiares lo buscaron e intentaron contactar con él. Pero al no obtener resultados, pusieron la denuncia por desaparición en comisaría.
El cuerpo lo encontró un conductor de autobús de la línea 82 de la EMT. Cuando se enteraron de la desaparición, los chóferes de autobús se fueron fijando en los vehículos aparcados durante el recorrido. Fue en el recorrido de la línea 82 cuando el conductor divisó el Volkswagen Sharan negro de José Luis, y dio la voz de alerta.
Historia de su desaparición
El hombre desaparecido padecía una fuerte depresión y estaba en tratamiento psiquiátrico con medicación. Según informa El Cierre Digital, ya había intentado quitarse la vida en otra ocasión. Esto, y la forma como ha aparecido el cadáver, llevan a plantear el suicidio como principal hipótesis del fallecimiento.
José Luis Bueno vivía en casa de su madre en Carabanchel, pero desde el sábado no sabían nada de él. Tenía problemas de depresión y tomaba varias medicaciones, motivo por el cual necesitaba supervisión constante. Esto añadía aún más angustia al hecho de no saber nada sobre su paradero.
Según informó su familia, José Luis se fue a trabajar el sábado por la mañana como hacía todos los días, en coche. Realizó su jornada laboral de forma normal, pero a la hora de comer no volvió a casa de su madre. Esto desató todas las alarmas, y sus allegados se movilizaron para dar con él.
Un proceso de divorcio
Tal y como explican en su entorno, José Luis estaba pasando por un proceso de divorcio y padecía problemas de depresión. Por eso vivía con su madre, que era quien cuidaba de él. Su desaparición causó una gran preocupación en sus familiares que, además, se sintieron algo desamparados por parte de las autoridades.
“Me imagino que hacen su trabajo, pero nos podrían haber dado una mínima orientación de qué podíamos hacer”, declaró su hermana Pilar. Considera que “es una pena que no se ayude más a la gente en estas circunstancias”. La familia, eso sí, contó con el apoyo de la asociación SOS Desaparecidos.
El caso de José Luis fue difundido a través de los medios y las redes sociales. Hicieron un llamamiento a la colaboración ciudadana para encontrar al desaparecido. Al final ha sido precisamente el conductor de autobús quien ha dado la alerta a la policía al ver el coche de José Luis estacionado en la calle.
No era la primera vez
Desde el primer momento, su hermana Pilar manifestó la importancia de encontrar el coche de José Luis para encontrarle a él. No lo decía en vano, ya que anteriormente ya había desaparecido con el coche. “La otra vez se encerró en el coche y se tomó todas las pastillas”, explicaba preocupada.
En aquella ocasión localizaron el coche rápidamente porque estaba aparcado al lado de donde iba a trabajar. Esta vez siguió el mismo modus operandi, y se llevó todos los medicamentos que tenía. Pero después de peinar la zona donde trabajaba y ver que no estaba, la angustia fue aumentando.
En la mente de sus allegados siempre estuvo la posibilidad de que esta vez sí lo hubiera conseguido, aunque mantenían abierta una esperanza. Su hermana lanzó una premonición: “está en el mismo coche, o cerca”. Un vaticinio que se ha cumplido, aunque en esta ocasión no han conseguido llegar a tiempo.