Triste final a la angustia de la familia de Silvia Soriano Morente, la joven yeclana de 24 años desaparecida hace una semana en Ámsterdam.
La policía holandesa ha confirmado el hallazgo sin vida de su cuerpo cerca de la zona donde se le perdió el rastro. El cadáver estaba en el río en Westerpark.
La española había desaparecido el sábado 19 de marzo durante la feria de Westerpark, un evento multitudinario celebrado en la capital holandesa. Había acudido con una amiga también de Yecla, y las dos se habían separado al terminar. Ella tomó el camino de casa, pero nunca llegó.
Las autoridades locales organizaron un dispositivo de búsqueda después de que su familia denunciara que no podían contactar con ella. Durante toda la semana se centraron la búsqueda en el entorno de Westerpark. Finalmente la han hallado muerta en el agua, sin signos de violencia.
Sin signos de violencia
“Lamentablemente, esta tarde fueron encontrados en el agua del Westerpark los restos de Silvia Soriano Morente, de 24 años, que se encontraba desaparecida desde el 19 de marzo”. Así lo ha anunciado la policía en su cuenta de Twitter. La noticia ha causado un profundo impacto en Yecla (Murcia).
La policía también ha puntualizado que, según las primeras pesquisas, “Silvia no murió a consecuencia de un crimen”. Han aprovechado para agradecer “a todos los que nos ayudaron, compartieron información y nuestros mensajes sobre la desaparición”. Así mismo, han deseado “mucha fuerza a los familiares”.
La última vez que vieron a Silvia fue en el Westerpark a las 20:50 horas del 19 de marzo. La joven estuvo en la feria por la tarde y luego se trasladó a una cafetería en una zona cercana pero nunca volvió a casa. Tampoco podían contactar con ella, así que denunciaron el caso a la policía y empezó su búsqueda.
Pendientes de la autopsia
En las próximas horas se realizará la autopsia que ayudará a esclarecer las circunstancias de la muerte de la yeclana. Sin embargo, en un primer vistazo la policía no observó indicios de criminalidad y se decantan por un desafortunado accidente. La investigación sigue abierta para saber qué ocurrió.
Media hora antes de desaparecer, Silvia le envió un vídeo a su padre a través de WhastApp para contarle lo bien que se lo estaba pasando. Las imágenes muestran a la joven con sus amigos en Westerpark, disfrutando de la fiesta. Todo hace pensar en un desgraciado accidente al caer al agua.
La policía encontró la ropa y los objetos personales de la yeclana en el agua, lo cual llevó a centrar la búsqueda en el río. Peinaron hospitales, centros de salud y casa de acogidas. Pero la prioridad fueron los buzos, los helicópteros y las embarcaciones que trabajaron cerca del río.
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Los padres de Silvia se trasladaron inmediatamente a los Países Bajos para seguir de cerca las labores de la policía. Allí han recibido la funesta noticia, que no ha tardado en llegar hasta la localidad natal de la joven. Allí, amigos y vecinos se volcaron en difundir la foto de Silvia en redes sociales para encontrarla.
Le gustaba recorrer mundo
Silvia llegó a Ámsterdam hacía cinco meses junto a su novio Michelino, al que había conocido durante una estancia en Italia. La yeclana era una apasionada de los idiomas y le gustaba recorrer el mundo para conocer nuevas culturas. Estudió Filología Francesa e hizo un Erasmus en Estrasburgo.
En los Países Bajos había encontrado trabajo en un hotel y acababa de recibir un ascenso laboral. Todo parecía irle bien y su entorno no detectó nada extraño antes del suceso, al contrario, Silvia parecía más feliz que nunca. Tras su desaparición se barajaron todas las opciones, pero no parecía una fuga voluntaria.
Varios testigos aseguraban haberla visto días después en un albergue para gente sin techo, lo cual motivó la apertura de una nueva línea de investigación. Sin embargo, resultó ser una falsa alarma y volvieron a centrarse en la búsqueda en el río. Allí es donde finalmente han encontrado el cuerpo sin vida.
La familia de Silvia está devastada tras conocer la trágica noticia, pero ha agradecido a las autoridades locales su implicación. Aunque era una trotamundos, la yeclana nunca perdió la conexión con su tierra y con los amigos de la infancia. Allí se ha hecho el silencio ante el dramático desenlace de este caso.