Crece el misterio en torno al hallazgo de dos cadáveres dentro de la freiduría La Espuela en la localidad madrileña de Parla. Aunque inicialmente se apuntaba a una explosión como principal hipótesis de las muertes, la Policía Nacional lo descarta. Al parecer, los dos hombres habían perdido la vida horas antes.
Un vecino dio el aviso a los servicios de emergencia al percibir un fuerte olor a pólvora y ver a dos hombres muertos en el suelo del local. Los fallecidos son dos hombres españoles cuyas edades no han trascendido. A estas horas, la Policía Nacional descarta que la explosión en la cocina tenga que ver con las muertes.
Lo que se sabe por ahora es que llevaban horas muertos, probablemente desde la noche anterior. Y que los agentes han encontrado restos de sangre en el interior del local. Lo que parecía un incidente fortuito ha acabado derivando en una investigación por un supuesto acto criminal, aunque aún es pronto.
Numerosos cristales rotos y restos de sangre
A las tres de la tarde de ayer, el trabajador de un bar cercano se acercó a este local ubicado en el número 21 de la calle Guadalajara. Al cruzar la puerta sintió un intenso olor a pólvora, y vio a dos personas tendidas en el suelo. Junto a los cadáveres había numerosos cristales y también restos de sangre.
La policía se acercó al local y comprobó que la cocina estaba destrozada y que uno de los cadáveres se había desplazado varios metros. Varias patrullas estuvieron trabajando en el suceso y acabaron confirmando la presencia de dos personas muertas. La científica estuvo recabando pruebas en el interior de la freiduría.
Inicialmente se pensó en la explosión de la cocina como posible causa de las muertes. Pero tras realizar algunas comprobaciones descartaron esta posibilidad. Siguen sin rechazar ninguna hipótesis, aunque la teoría de la deflagración pierde peso. Primero se produjo la muerte de ambos fallecidos, y después la explosión.
Múltiples puñaladas
Una de las víctimas estaba detrás de la barra, mientras que el otro se encontraba delante del mostrador a varios metros de distancia. Creen que sus muertes se produjeron la noche anterior, horas antes de la explosión. Ahora todos los esfuerzos se centran en descubrir el origen de las muertes, que podría ser de tipo criminal.
Según ha avanzado El Programa de AR en Telecinco, las dos víctimas son el dueño del bar y un amigo, y sus cuerpos presentaban signos de violencia. En concreto, tenían “múltiples puñaladas” que confirman la teoría de un suceso criminal. Otra cosa extraña es que ningún vecino escuchó ninguna explosión.
Fuentes policiales destacan un gran ensañamiento por parte del autor o autores del crimen. En el suelo del local encontraron varios objetos punzantes, todos ellos ensangrentados. El suceso ha conmocionado a los vecinos de la zona, que esperan que se resuelva cuanto antes para recuperar la tranquilidad.
El dueño era una persona muy conocida en el barrio
Un vecino entrevistado por el espacio matinal de Telecinco ha asegurado que el dueño del bar no tenía problemas con nadie. Era una persona muy conocida en el barrio, donde llevaba viviendo toda la vida. “No ha habido explosión ninguna porque hubiéramos escuchado el ruido”, ha añadido.
El bar donde ha ocurrido es un pequeño local de no más de 40 o 50 metros cuadrados, con una puerta de entrada y una pequeña ventana. Encima hay viviendas, aunque ninguno de los vecinos escuchó nada raro. La puerta está ahora precintada por la Policía Judicial para permitir el trabajo de los investigadores.