Naomi Elizabeth García Arámbula, de 22 años, fue vista por última vez en el municipio de Escobedo en Nuevo León, al norte de México. El suyo ha sido el primero cuerpo identificado de los encontrados en una fosa común clandestina, en esta localidad. Es una víctima más del feminicidio y la violencia del narcotráfico en México.
El 16 de enero denunciaron la desaparición de Naomi Elizabeth, que ha aparecido muerta quince días después. La fiscalía estatal ha confirmado que esa es la identidad de uno de los cadáveres encontrados en el agujero. En las próximas horas esperan poder revelar la identidad del resto de las víctimas.
Según los análisis forenses, esta joven murió por herida de bala en una fecha cercana a su desaparición. El hallazgo se ha producido gracias a la detención, hace unos días, de uno de los cabecillas del cártel de Sinaloa en esa zona. Fue el propio detenido quien condujo a los agentes hasta el foso clandestino.
Identificado uno de los cadáveres
Los cuerpos de las diez víctimas halladas en el foso clandestino en Escobedo fueron trasladados al instituto anatómico forense. Concretamente al Hospital Universitario de Monterrey, donde se realiza el perfil comparativo de ADN. Las muestras de uno de los cuerpos coinciden con el perfil genético de Naomi.
El avanzado estado de descomposición del resto de los cadáveres hace muy difícil su identificación. Aun así, esperan ir revelando la identidad de las víctimas en los próximos días. En la última semana, las autoridades han exhumado al menos diez cuerpos, y no descartan encontrar más restos.
El lugar donde han encontrado el foso común es un terreno baldío de la Colonia Unión de Colonos Benito Juárez. Se trata de una de las zonas afectadas por la violencia cotidiana del narcotráfico, y una de las más peligrosas del país. El pasado miércoles 26 de enero empezaron las labores para exhumar los cadáveres.
Heridas de bala y golpes
De los cuerpos exhumados se ha conseguido identificar a tres de ellos como varones y a uno como una mujer, Naomi. El resto no han podido ser determinados debido al avanzado estado de putrefacción. Además, las autoridades han informado que la mayoría presentan heridas de bala y golpes.
En el agujero había también casquillos de bala, prendas de vestir, zapatos y fragmentos de tela. Los investigadores tratan de esclarecer ahora el orígen de las muertes, atribuidas al grupo criminal que encabezaba Alan Ervey, ‘el Comandante Cano. Se trata de uno de los cabecillas del cártel de Sinaloa en la zona.
Él y otros siete miembros del grupo fueron arrestados en una operación donde la policía abatió a dos de los narcos. Una vez en dependencias policiales revelaron algunos de los hechos criminales, como la existencia de este foso clandestino. Eso ha permitido llegar hasta Naomi, la chica desaparecida recientemente.
La dura realidad del país
La mayoría de las muertes ocurridas en México corresponden al narcotráfico. Esta es la triste realidad de un país tomado por los cárteles, donde además en los últimos tiempos han aumentado la violencia contra las mujeres. Los feminicidios en México, especialmente en el norte del país, están a la orden del día.
Las mujeres muertas en el norte de México se cuentan por decenas todos los días, muchas veces con una crueldad extrema. Mujeres violadas, descuartizadas o arrojadas en fosas comunes como Naomi, la última víctima de esta terrible realidad. Las autoridades son incapaces de frenar esta sangría.
La violencia contra las mujeres en el país ha repuntado durante la pandemia, y cada día mueren asesinadas una media de 11. La llamada guerra contra el narcotráfico desencadenó una ola de violencia cuyas principales víctimas son mujeres y niñas. Entre 1985 y 2021 murieron 65.000 mujeres en el país.