El sonar que busca a las niñas desaparecidas en Tenerife habría encontrado este jueves un cuerpo sin vida que aparentemente podría pertenecer a una menor. Finalmente, se habría confirmado que es Olivia, la mayor de 6 años.
Ha sido la delegación del Gobierno de Canarias la que ha dado a conocer la noticia. El hallazgo se habría producido en la zona que había sido acotada por los agentes de la Guardia Civil que trabajan en el caso.
Hay que recordar que desde hace algunas semanas está trabajando en el lugar el buque Ángeles Alvariño. Este lleva el sonar que habría localizado esta importante novedad.
En las próximas horas, va a empezar a trabajar el robot submarino que también se encuentra en esa zona de alta mar. Se espera que pueda recuperar el cuerpo sin vida de la menor.
Las primeras fuentes explican que el cuerpo se habría encontrado en una bolsa o un petate. Este estaría atado al ancla y podría ser el de la niña mayor, Olivia, hecho que ha sido confirmado finalmente por la Guardia Civil.
Junto a la bolsa con el cuerpo, se ha encontrado otra bolsa de deporte vacía que coincide con las que subió al barco. Los investigadores creen que habría usado un cinturón de plomo de ocho kilos para hundir las bolsas.
La noticia ya se habría comunicado a la madre de las niñas, Beatriz Zimmerman, y al resto de los familiares. «Por respeto a la familia y al procedimiento judicial, hay que esperar a lo que determine la autoridad judicial sobre la identificación del cuerpo», recogía el comunicado.
Ahora mismo la Guardia Civil sigue trabajando en el lugar del suceso. Se encuentra a una milla náutica del puerto de Güímar, una localidad costera de Tenerife.
El hallazgo que podría confirmar la peor noticia sobre Anna y Olivia
Hace aproximadamente diez días que los esfuerzos de los investigadores de este caso se han centrado en el mar. Desde entonces, ha venido trabajando el buque del Instituto Oceanográfico con la ayuda de un sonar.
En los últimos días, esta embarcación había hecho los primeros avances para poder dar con el paradero de las niñas y de Tomás Gimeno. Había localizado en el mar una botella de oxígeno y una funda nórdica que pertenecían al padre de Anna y Olivia.
Tras el hallazgo, se había analizado si la funda podía tener manchas de sangre. En esa zona donde se localizaron los objetos es donde se perdía la pista del móvil de Tomás.
Un mes y medio sin saber nada de las pequeñas
La desaparición de las pequeñas Anna y Olivia se produjo el pasado 27 de abril. Fue ese día cuando Tomás Gimeno no las llevó de vuelta junto a su madre.
Las pequeñas de 1 y 6 años habían pasado el día junto a su padre. Pero a última hora de la noche, ya no se supo nada más de ellas.
Tomás estuvo intercambiando una serie de mensajes con Beatriz Zimmerman diciendo que estaban bien. Aunque esta también recibió un audio en el que decía que no las volvería a ver.
La madre de las niñas presentó la denuncia por su desaparición justo al día siguiente. Empezó entonces una búsqueda sin pausa para tratar de encontrarlas con vida.
Durante estas semanas, se ha trabajado con una serie de teorías sobre dónde podrían estar. Se llegó a pensar que el hombre había cambiado de embarcación y había huido hacia América o África.
Pero en las últimas semanas, los investigadores ya se ponían en lo peor. Sus esfuerzos se centraban en la zona marítima alrededor de la isla de Tenerife.
Muy importante fue la geolocalización del teléfono móvil de Tomás. Esto permitió detallar todos sus pasos hasta que perdió la señal.
Finalmente se acotó una zona en alta mar para empezar una primera búsqueda con un sonar que ya ha dado sus frutos.