Trágico hallazgo el que se ha producido en una vivienda de la localidad mallorquina de Cala Major. Y es que después que entrarán al domicilio varios agentes de la Policía Nacional, se encontraron con el cadáver momificado del hombre que residía en ese piso.
Todo sucedió el pasado lunes, fue entonces cuando los habitantes de la calle Miquel Rosselló Alemany pidieron la presencia policial, ya que hacía mucho tiempo que no sabían nada de uno de sus vecinos. Concretamente fue sobre las cinco de la tarde cuando una patrulla se dirigió al lugar y se entrevistó con varias personas que viven en la zona.
Uno de ellos les comunicó que tenía una copia de las llaves de la vivienda que el hombre a quién echaban de menos le había dado hace algunos años. A continuación, los agentes se dirigieron al lugar para tratar de dar con él. Llamaron a la puerta insistentemente, pero no obtuvieron respuesta, así que procedieron a abrir la puerta haciendo uso de la llave que les habían facilitado. Una vez abierta, se identificaron a gritos como Policía Nacional pero al tampoco recibir respuesta y sentir un fuerte olor a putrefacción decidieron entrar.
El domicilio estaba lleno de basura
En el comedor del piso se encontrarían con el cuerpo sin vida del hombre, según explicaba 'Última Hora'. La escena que se encontraron fue realmente grotesca. Junto al cadáver, que claramente está en un avanzado estado de descomposición, estaba toda la sala llena de suciedad, incluidas unas treinta litrona de una conocida marca de cerveza.
El cuerpo fue encontrado en el sofá del comedor tapado en parte por una sábana y una manta y momificado. Según confirmarían más tarde, se trataba de Bernat Mesquida Barceló, de 55 años, el hombre residente en la vivienda a quiénes sus vecinos hacía años que no veían.
Ante esta situación, la patrulla que se encontraba en el lugar de los hechos dio aviso a la sala del 091 y se comunicó la situación al Juzgado de Guardia y a la Policia Judicial, que se desplazaron al lugar. También fue hasta allí el médico forense de guardia.
Fue precisamente este el primero en analizar con profundidad el cuerpo del fallecido. Tras observar el estado momificado, casi en los huesos, del cadáver apuntó a que podría llevar muerto entre cuatro o cinco años. Pese a ello, esto se tendrá que concretar a través de las pruebas que se le hayan realizado en el Instituto de Medicina Legal de Palma.
Según explica el medio citado, tras consultar a algunos expertos, poder confirmar el tiempo que llevaría muerto un cuerpo en descomposición puede depender de la complexión de la persona o el lugar donde se produce. Relatan como rápidamente se inicia un proceso de putrefacción y se van descomponiendo los elementos más complejos del organismo hasta que este se queda solo con el esqueleto.
Nadie lo había echado en falta durante estos años
Cómo explicábamos, hace mucho tiempo que los vecinos no sabían nada de Bernat, es por eso que todos los residentes en esa zona de Cala Major estaban muy consternados cuando se produjo el hallazgo. Pero claro, durante todo este tiempo ningún conocido o familiar se había preocupado por él. «Es muy triste que nadie notara a faltar a Bernat Mesquida durante más de cinco años», explicaban varios de ellos a 'Última Hora'.
La Policía Nacional todavía tiene que esclarecer cuáles fueron las causas de la muerte. A la conclusión a la que si pudieron llegar era que el fallecido podría sufrir el síndrome de Diógenes, después de la gran suciedad y desorden encontrados en la vivienda.