Cordón policial de los Mossos d'Esquadra y tres agentes de fondo

Todo pasó la misma noche: cómo murió el padre que mató a su hijo de 2 en un hotel

El cuerpo de Martín Ezequiel Álvarez ha sido encontrado cerca de la terminal T1 del Aeropuerto del Prat, donde se suicidó tras matar a su hijo

El cadáver del padre que mató a su hijo de 2 años el pasado mes de agosto ha sido encontrado. Desde que asesinara a su hijo Leo el pasado 24 de agosto, era el hombre más buscado por los Mossos d’Esquadra, que finalmente lo ha encontrado ahorcado de un árbol.

Martín Ezequiel Álvarez se suicidó la misma noche del crimen, después de ahogar a su hijo de 2 años con una almohada en el hotel Concordia de Barcelona.

Tras 20 días en búsqueda y captura, los Mossos d’Esquadra encontraron ayer el cuerpo del hombre en avanzado estado de descomposición. Estaba colgado de un árbol a una altura de unos cuatro metros cerca de la terminal T1 del Aeropuerto del Prat.

Un desenlace esperado

Los Mossos sospechaban que el hombre podía estar sin vida pues desde que cometió el asesinato no había ninguna señal de vida. Ni movimientos en sus cuentas corrientes, ni registros en hoteles, etc. Además se había dejado el pasaporte en su casa, por lo que no había cogido ningún vuelo.

Varias unidades especializadas como la canina o la nueva unidad de drones peinaban la zona desde la noche del asesinato. Sabían que el parricida podía estar entre la terminal T1 del Aeropuerto hasta tocar el Garraf, una zona muy extensa. Sin embargo el cadáver se encontró a mucho más cerca de lo que se pensaba.

El cuerpo fue encontrado en una zona a menos de cinco metros de un camino bastante transitado, que cada día hacen tanto ciclistas como corredores. De hecho, el mal olor del cuerpo, tras tres semanas de descomposición, se podía notar a varios metros.

Sin embargo, no fue hasta ayer que una unidad central que estaba patrullando la zona lo ha encontrado mientras hacía una batida por el canal. El cuerpo sin vida estaba en una zona de cañas situada entre la valla y un canal del río Llobregat.

La policía sospecha que el fallecido no tenía intención de suicidarse, y que quizá lo hizo empujado por la situación, al verse sin escapatoria o pensarse que lo buscaba la policía. 

Eso es lo que sugiere tanto la manera en que estaba colgado como el lugar en sí, tan cerca del Aeropuerto. Todo hace pensar que en un principio pensó en huir.

De hecho, cogió un taxi y se bajó cerca del Aeropuerto. Una vez allí se fue caminando en dirección al aparcamiento exterior de la terminal T1. Luego entró en un túnel que pasa por debajo de una carretera, último lugar en el que se le vio con vida.


Un trágico crimen que queda resuelto

El día de los hechos, el parricida envió mensajes amenazantes a su expareja, con la que se encontraban en proceso de divorcio. Uno de ellos decía ''te arrepentirás'' y otro le avisaba de que fuera a la habitación 704 del hotel Concordia. Allí se encontró el cadáver del pequeño Leo.

Hasta cuatro ambulancias se desplazaron al lugar de los hechos, pero no pudieron hacer nada más que certificar la muerte del niño, a quien encontraron inconsciente y con la cara amoratada.

Haber encontrado el cuerpo sin vida del padre cierra el caso, aunque el asesino no podrá ser juzgado por los hechos. Aun así, la familia podrá respirar con más tranquilidad sabiendo que el asesino no ha quedado libre.

 La jueza autorizó ayer miércoles el levantamiento del cadáver, que ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Cataluña. Allí se le practicará la autopsia, que dará más detalles de la hora exacta de su muerte.