El coronavirus se ha asentado en nuestras vidas. Hace un par de años irrumpió con mucha fuerza, dejando millones de contagios y fallecimientos en todo el mundo. En las últimas semanas se han ido suprimiendo la mayoría de las restricciones impuestas tras detectarse un importante descenso en el número de positivos.
El último paso dado en España ha sido la eliminación de la mascarilla en espacios cerrados, con algunas excepciones. Sin embargo, en la lucha contra la COVID-19 se han conseguido grandes avances en tiempo récord, como demuestran la rápida aparición de las vacunas.
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El coronavirus ha hecho mella en la salud mundial
En cualquier caso, el coronavirus ha dejado importantes secuelas en algunos pacientes. Hay personas que tras superar la enfermedad han arrastrado algunos problemas de salud a consecuencia del virus. Así lo desvela un estudio publicado en la revista científica PNAS.
Investigadores han detectado como se incrementaba el porcentaje de infecciones por bacterias resistentes a antibióticos entre los hospitalizados. Para llevar a cabo dicho trabajo se analizó la situación de 300 hospitales de Estados Unidos.
Una de las principales conclusiones que extrajeron es que la cifra de infecciones resistentes a antibióticos fue superior durante la pandemia de coronavirus. Según los responsables de este estudio, esto supone una importante "amenaza para la salud mundial", que ha estado "convergiendo en países de ingresos bajos".
Analizaron los datos de consumo de antibióticos, comparando las cifras que manejaban los países menos avanzados respecto a los desarrollados. En los territorios con menos recursos se incrementó un 65% las dosis diarias ingeridas, mientras que la tasa de consumo aumentó un 39%.
Unos porcentajes muy distintos a los que presentaban los países con unos ingresos más elevados. Los autores del estudio destacan la "necesidad de una vigilancia global del consumo de antibióticos. Para respaldar las políticas para reducir el consumo y la resistencia a los antibióticos, al tiempo que brindan acceso a estos medicamentos".
La evolución del coronavirus provocó que los centros médicos se desbordaran, sobre todo al comienzo de la pandemia. En el análisis que hicieron estos investigadores explican que antes de que estallara esta crisis sanitaria los hospitales acogieron a 1,7 millones de pacientes. Una vez que empezó el COVID-19 a golpear con fuerza sobre la población se llegaron a duplicar estas cifras.
Hay que decir que España se encuentra entre los países que más antibióticos ingieren. El Ministerio de Sanidad concreta que más del 85% del consumo de este tipo de fármacos es extrahospitalario. Y la mayor parte de las veces forman parte de tratamientos de las infecciones respiratorias en adultos y menores.
Desde la OMS sostienen que la resistencia a este tipo de medicamentos pueden afectar a cualquier paciente al margen de su edad. Aseguran que hay una mayor presencia de infecciones como neumonía, salmonelosis, tuberculosis y gonorrea, y el tratamiento resulta más complicado. Sobre todo por la pérdida de eficacia de los antibióticos.
Este contratiempo, según el organismo de la salud, alarga el periodo de estancia en el centro hospitalario.
El coronavirus, ante tres escenarios básicos
El coronavirus sigue causando estragos en algunos puntos del planeta. Resulta complicado augurar lo que puede deparar en el futuro más próximo. Sin embargo, algunos expertos se atreven a realizar sus pronósticos.
El director mundial de vacunas de Pfizer, Luis Jodar, plantea tres posibles escenarios. Uno de ellos sería la erradicación territorial, con su desaparición total en ciertas partes del mundo, pero también resulta la más improbable.
La segunda posibilidad es que la enfermedad entre en una situación de endemia, como si fuera una gripe común. Lo que provocaría nuevas dosis de refuerzos de forma periódica. Un tercer escenario que contemplan es que se trate como una enfermedad endémica-epidémica, con más opciones de que aparezcan nuevos brotes periódicos.
Si ocurriera esto último, sería preciso administrar la vacuna de refuerzo del coronavirus "a todos los grupos de edad". Tendrían que adaptarse a las "nuevas mutaciones hasta que se logre desarrollar una universal".