Hace una semana, la conmoción se apoderaba de los vecinos del barrio madrileño de Mirasierra tras el atropello múltiple de tres niñas a las puertas del colegio de Montealto.
Una mujer llamada María, que en ese momento se encontraba recogiendo a sus dos hijas del centro escolar, realizó una maniobra indebida al volante que acabó de la peor manera posible.
María, de 6 años de edad, falleció súbitamente tras ser arrollada por el vehículo, que circuló tan solo 20 metros antes de chocarse contra un árbol.
Las otras dos menores atropelladas, de 10 y 12 años, pudieron salvar sus vidas, aunque tuvieron que ser ingresadas de urgencia tras presentar secuelas de gravedad.
El accidente se produjo en torno a las 17:30 de la tarde a las puertas del colegio, donde en ese momento se concentraban muchos padres y niños que salían del centro.
Muchos padres fueron testigos del atropello que, según apuntan las primeras investigaciones, se trataría de un trágico incidente fortuito fruto de un despiste al volante.
Sin embargo, las circunstancias del accidente se siguen investigando y las autoridades policiales continúan trabajando para arrojar algo de luz sobre el suceso.
De hecho, en las últimas horas, la responsable del atropello mortal ha declarado ante la Unidad de Atestados de Tráfico de la Policía Municipal.
Declara la conductora del coche que atropelló mortalmente a una niña de 6 años
Durante aproximadamente una hora, María ha relatado su versión de los hechos tras hacer un repaso a todo lo que ocurrió aquella fatídica tarde.
Según fuentes cercanas a la investigación consultadas por el periódico ABC, el objetivo de la declaración era resolver dos cuestiones importantes. La primera, conocer qué maniobra se produjo al volante y, la segunda, saber si era el coche que la mujer conducía habitualmente.
Tal y como ha contado a los investigadores del caso, la responsable del atropello tenía el coche aparcado en la primera plaza según se mira hacia el acceso principal, junto a la garita del bedel.
Allí esperaba a que sus hijas salieran del centro y se subieran al vehículo para ir juntas a casa. Una vez todas dentro, la mujer arrancó. Tenía que dar marcha atrás para sacar el coche, puesto que había un bordillo lateral a la derecha y otro justo delante que le impedían salir sin maniobrar.
En cuestión de segundos, María había estampado su coche contra un árbol tras subirse al bordillo e invadir la acera arrollando a las tres niñas.
Todo sucedió muy rápido, pero a muy poca velocidad. El coche circulaba a entre 15-20 kilómetros por hora y tardó unos 3 segundos en hacer el pequeño recorrido, de unos 20 metros.
"Habitualmente acudo a recoger a mis dos hijas al colegio en coche y aparco por allí. Una vez lo hice, con ellas ya dentro, fui a quitar el coche de donde lo tenía aparcado. No recuerdo nada. Solo que quise frenar y pisé el acelerador", recuerda la mujer, según recoge ABC.
Todo apunta a un despiste al volante: no hay fallo mecánico y era su coche habitual
Cabe recordar que la conductora dio negativo en los pertinentes controles de alcohol y drogas que le realizaron tras el suceso.
Además, según pudieron saber los investigadores, María conducía su coche habitual: un Volvo gris oscuro, tipo SUV automático que llevaba utilizando desde hace cuatro años.
El vehículo ha sido inspeccionado y peritado por las autoridades policiales, quienes concluyeron que no hubo ningún problema mecánico que propiciase el incidente.
Los investigadores creen que se trata "de un despiste, una mala praxis al volante puntual". Según apuntan desde ABC, la familia de las niñas supervivientes no se plantean denunciar a la conductora, aunque habrá que esperar a la decisión de los padres de la niña fallecida.
Lo más probable es que el caso sea sobreseído penalmente y se quede en un caso civil de imprudencia.
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