Cordón policial de la Policía Nacional

'La guerra se ha acabado': Un joven mata a su padre en una pelea en España

Un hombre de 29 años ha apuñalo a su padre tras una discusión doméstica

Un vecino de Campos del Río, localidad situada en Murcia, ha perdido la vida tras una discusión familiar que ha terminado en tragedia. El fallecido tenía 53 años y en ningún momento pensó que su hijo de 29 podría darle una puñalada mortal. Según los testigos, ambos se enzarzaron en una acalorada discusión provocada por un atrevimiento relativamente cotidiano.

La Guardia Civil está interrogando al entorno del agresor para averiguar qué le llevó a acabar con la vida de su padre tras el conflicto. Siguiendo la información publicada en medios locales, le clavó un cuchillo cuando los gritos habían menguado y la pelea había finalizado. Los hechos sucedieron en una de las zonas más humildes de Campos del Río, concretamente en la calle Escuelas.

El supuesto autor del crimen no sufría ninguna enfermedad que le llevara a actuar por impulso, así que era consciente de lo que hacía. De hecho ha colaborado con la justicia desde el primer minuto porque se encerró en una habitación tras el suceso. Las autoridades acudieron a la vivienda nada más recibir la llamada, le detuvieron y comenzaron a investigar.

Una UVI móvil del SUMMA 112 de la Comunidad de Madrid
El fallecido tenía 53 años y en ningún momento pensó que su hijo de 29 podría darle una puñalada mortal | Gtres

La víctima tuvo suerte de recibir la apuñalada cerca de un centro médico, pues los sanitarios no tardaron en personarse en la zona. Sin embargo, no pudieron hacer nada por él porque la herida era demasiado profunda y ya había perdido demasiada sangre.

El sospechoso no puso ningún tipo de resistencia y nada más ver a la Guardia Civil se entregó y confesó lo ocurrido. Habrá que esperar un tiempo para ver cuál es la sentencia del juez.

El presunto homicida estaba protegiendo a su madre

Los hechos tuvieron lugar en una zona de viviendas prefabricadas que no tiene muy buena fama entre los vecinos de Campos del Río. Según ha salido publicado, el agresor vivía cerca de sus padres y era consciente de la mala relación que había entre ellos. Antes del crimen, escuchó como su progenitor gritaba a su madre, no pudo contener la ira y se presentó en el domicilio.

Foto de la guardia civil
La Guardia Civil está interrogando al entorno del agresor | Guardia Civil

Todo empezó por una discusión doméstica y terminó de la peor forma posible, pues la mujer del fallecido ahora tiene un doble sufrimiento. Ha perdido a su marido, quien supuestamente no le trataba del todo bien, y su hijo está detenido. Es posible que el presunto homicida pase una buena temporada en la cárcel, pues su defensa es bastante complicada.

La centralita del 112 recibió varias llamadas alrededor de las 21:30 horas para denunciar lo que estaba sucediendo. Siguiendo los datos aportados por los testigos, el hijo de la víctima agarró un cuchillo y presuntamente se lo clavó sin avisar. 

Después de la puñalada varias personas le escucharon decir al agresor: “En esta casa ya se ha acabado la guerra”. El entorno asegura que era un hombre bastante tranquilo cuyo único tormento eran las peleas de sus padres. Todos coinciden en que lo ha solucionado de la peor manera posible.

El agresor se encerró después del crimen

La buena voluntad del agresor queda retratada en varios momentos, especialmente en su comportamiento tras el fatídico suceso. Era consciente de que los vecinos habían llamado a la Benemérita, así que no hizo nada por intentar escapar de la justicia. Se encerró en una habitación de la casa en la que había sucedido el crimen para explicar lo que había pasado.

Agentes del Instituto Armado acudieron a la zona para detener al presunto autor del crimen, quien prestará declaración en las próximas horas. Es probable que las autoridades empiecen a investigar y que descubran posibles atenuantes. El sospechoso quería proteger a su madre, quizá estuviera viviendo una situación que debería haber sido denunciada.

Los vecinos de Campos del Río aseguran que las discusiones del matrimonio eran frecuentes y sonoras, aunque no pasaban de ahí. Ninguno ha presenciado algún hecho violento que terminara con la paciencia del agresor. Aseguran que eran problemas domésticos relativamente frecuentes en muchas familias.