Seis miembros de la banda latina Dominican Don't Play (DDP) supuestamente abusaron de una joven en Zaragoza en junio de 2020. La víctima asegura que estuvo encerrada durante dos días en un piso mientras la grababan sin su consentimiento. La situación fue empeorando por momentos, hasta que la forzaron a tener relaciones íntimas y ella logró escapar del apartamento situado en San José.
La joven ha acudido a los juzgados el pasado lunes, aunque su representante legal no confirmó que acudiría la cita hasta el último momento. Según ha contado, temía que su declaración pudiera poner en peligro su vida porque era consciente del poder de los DDP. Le ha costado mucho dar un paso al frente, incluso escapar del domicilio donde sucedieron los hechos.
“Tuve miedo, no sabía como salir de allí porque estaba descuadrara con picores y dolores”, ha declarado delante del juez. Durante la presunta violación estaba tan aturdida que no ha sabido concretar cuantos abusaron exactamente de ella. Está convencida que al menos fueron seis agresores, “la mayoría” de los que estaban viviendo en el piso.
Niega que ningún miembro de la banda le pegase, pero ha asegurado que todo lo que le hicieron estaba relacionado con el sexo. “Me metieron hasta una botella”, desvela ante el desconcierto de su defensor legal. Según medios locales, el abogado desconocía muchos detalles y la agredida los ha desvelado todos durante su declaración del 25 de octubre.
La víctima piensa que grabaron su violación
La supuesta nueva víctima de los Dominican Don't Play garantiza que en ningún momento fue consciente de que la estuvieran grabando. Acudió al piso engañada y cuando la situación empezó a complicarse se dio cuenta de que estaban atentando contra su intimidad. Después de la agresión sexual pensó que podrían usar ese material para amenazarla o intentar ridiculizarla.
El titular del Juzgado de Instrucción número 7 se ha dado cuenta de que la denunciante no estaba en condiciones de prestar declaración. Ha sido él quien ha tomado las riendas de la situación porque sus confesiones eran demasiado entrecortadas. Según los expertos, este detalle demuestra que está diciendo la verdad y que no tiene nada que esconder.
El magistrado tenía mucho interés en saber por qué fue al piso y si ella en algún momento consintió las relaciones sexuales. “Las relaciones no eran consentidas, yo no me dejaba, pero al final lo hice. No sé es que fue como una encerrona”, ha explicado visiblemente afectada.
Siguiendo su testimonio, acudió al domicilio de San José porque los DDP se hicieron pasar por gente amable que solo buscaba divertirse. Sin embargo, estuvo dos días sin poder salir de allí y se vio obligada a hacer cualquier cosa para ser libre. Nada más salir, prácticamente desnuda, fue consciente de lo que había sucedido y se puso en contacto con su abogado para tomar medidas legales.
Han solicitado la puesta en libertad de los acusados
La joven de 22 años no ha prestado una declaración fluida porque asegura que sigue teniendo miedo de las represalias que pueda sufrir. Todavía está en manos de un tratamiento psicológico que lleva siguiendo desde que se produjeron los hechos. Las autoridades requisaron los teléfonos móviles de las víctimas y encontraron un vídeo bastante sospechoso.
La teoría principal es que drogaron a la víctima para poder hacer con ella lo que quería, de ahí que se encuentren en prisión provisional. Sin embargo, la denunciante en ocasiones se niega a colaborar con la justicia porque no quiere revivir su infierno.
Esa es la razón por la que la parte contraria ha solicitado la puesta en libertad de los DDP implicados. Uno de los detenidos es el líder de la banda en Zaragoza: Steven Guarionex V. M., alias Biwan.
Según varios testigos, es un hombre bastante peligroso, de ahí la importancia de que permanezca en prisión. La joven está haciendo un gran esfuerzo para que ninguna mujer sufra lo mismo que ella.