La última vez que se vio a Esther López con vida fue a las puertas de un bar. Lo hacía acompañada por dos hombres a altas horas de la madrugada el pasado 12 de enero. Este dato ya les convertía en los principales objetivos de la investigación.
Durante los últimos dos meses la Guardia Civil ha manejado una amplia lista de sospechosos. Entre ellos se encontraban estos dos amigos de la chica, que se subieron en un coche con ella. A partir de ahí se le pierde la pista y todos los esfuerzos se centraron en encontrarle un sentido a las declaraciones que hicieron.
El único detenido por la muerte de Esther, Ramón El manitas, fue prácticamente descartado hace unos días. Con el paso del tiempo van llegando a nuevas conclusiones y eso les permite ir centrando la investigación. De hecho, a uno de los hombres que estuvo con ella en esas últimas horas también se le exime de responsabilidad, recoge Ok Diario.
Desde el primer momento, esas dos personas permanecieron en el punto de mira de los agentes. Sobre todo a raíz de que ocultaran información durante sus relatos. Omitieron en las declaraciones una parada durante el trayecto.
Se les olvidó o no quisieron mencionar que habían detenido el vehículo en el que viajaban en un paraje a las afueras de Traspinedo. En Las Bodegas estuvieron consumiendo drogas.
Estos dos sospechosos habían pasado por alto este detalle que podía ser muy importante para la investigación. Esto provocó que de manera inmediata se les prestara una mayor atención.
Sin embargo, este episodio fue analizado desde diferentes perspectivas por parte de los agentes. Uno de los acompañantes omitió la parada de manera intencionada, mientras que el otro apenas recordaba nada. De hecho, este último no era consciente de que se había hecho fotos con la víctima hasta que se lo mostraron en el interrogatorio.
Al contrario de lo que se filtró en su día, Esther López y sus amigos no fueron grabados por ninguna de las cámaras de tráfico. No había ningún tipo de prueba que corroborara el camino que habían tomado aquella noche. Lo que sí tienen confirmado es que uno de esos hombres se fue a dormir mientras la chica seguía el viaje con el otro.
El amigo que se apeó del coche aportó una serie de detalles que le descartarían como sospechoso del caso. Dentro de sus limitaciones trató de colaborar con la Guardia Civil.
También entra en escena el único detenido por la muerte. Se trata de Ramón El manitas.
Aseguró ver a la chica tras su desaparición, pero creen que se equivocó con las fechas. Consideran que sufrió un episodio de confusión, algo que experimentó desde que finalizaran las fiestas navideñas.
El caso de Esther López, cada vez más cerca de esclarecerse
Para esclarecer la extraña desaparición de Esther López y su posterior muerte, los investigadores se centraron en un nutrido grupo de sospechosos. Entre ellos había todo tipo de personas, al margen del tipo de relación que mantuvieran con la víctima.
El simple hecho de haber compartido aquella noche con ella o haberla visto era motivo para estar en el punto de mira. Con el paso de los días, las pruebas de carácter científico han ido descartando unos cuantos nombres.
La lista de investigados es cada vez más reducida. Señalan que un par de pruebas más pueden resultar cruciales para que uno de esos sospechosos se acabe convirtiendo en pieza esencial. A partir de ahí todo resultaría más sencillo.
Hace un mes y medio que el cuerpo de Esther López fue encontrado en una cuneta. Desde entonces, la Guardia Civil no ha parado de buscar respuestas a tantas incógnitas.