Una compradora con una bolsa al hombro en una tienda de ropa

El grave problema que se van a encontrar las tiendas cuando abran en España

Los principales cambios en el comportamiento de los consumidores cuando vuelvan a abrir los comercios

Una compradora con una bolsa al hombro en una tienda de ropa
Ir de compras ya no será igual, como casi nada después del Coronavirus | Cedida

Aunque queramos hacer ver que aquí no pasa nada, basta con una visita al supermercado para darnos cuenta de que ya no nos comportamos igual cuando vamos a comprar. Y esto es solo una pequeña muestra del cambio en los  hábitos de los compradores cuando vuelvan a abrir los comercios, lo cual indica que ir de tiendas ya no será igual después del coronavirus.

Por un lado están las  medidas de prevención  que van a estar vigentes durante varios meses ante el miedo a nuevos contagios. Cuando el Coronavirus haya pasado y los comercios vuelvan a abrir, tendremos que seguir manteniendo durante un buen tiempo la  distancia de seguridad que convierte la compra en un proceso largo y pesado.

Pero además, el miedo al contagio ha cambiado algunas tendencias de los consumidores que se van a mantener al menos durante un tiempo. La primera y la más importante es revisar los hábitos de consumo que pasa por compras más moderadas y fijando prioridades. Primero, la alimentación, y luego, solo lo necesario. Parece que el consumismo puede ir a la baja.

Un experto en psicología del consumidor, Albert Vinyals, ha realizado un estudio que concluye que estas semanas se han reforzado aspectos más emocionales como la amistad y el amor, y esto se sumará al empeoramiento de la situación económica de muchas familias y al miedo de muchas otras que van a priorizar el ahorro por lo que pueda pasar.

Una primera teoría era que cuando se abrieran los comercios la gente se lanzaría como loca a comprar para recuperar el tiempo perdido, pero según este estudio el 75% de la gente quiere ser menos consumista, y el 63% cree que va a comprar menos ropa

Un experto en economía del comportamiento, Pedro Rey Biel, no descarta una primera explosión cuando se abran las tiendas, pero la situación se enfriará rápidamente y dará paso a un consumo muy moderado. Influirán dos factores, según él: las dificultades en acceso a los productos y la incertidumbre al futuro inmediato.

Y aquí entra también un factor psicológico, y es que  ir de compras  dejará de ser una actividad de ocio placentera, como lo era hasta ahora el  shopping. Cuando ir a comprar se convierte en una odisea con restricciones y miedos, el  placer de comprar pierde toda su atracción y ocurre como en Wuhan o Alemania, donde las tiendas están vacías después de la reapertura.

Los grandes beneficiados

Una de las consecuencias que ya se adivina en todo esto es la consolidación del pago con tarjeta  y las compras online. Quien más sufrirá el impacto será el pequeño comercio, basado en la cercanía entre cliente y dependiente, aunque los negocios de toda la vida como las peluquerías no desaparecerán.

En cambio algunos expertos creen que precisamente el pequeño comercio ofrecerá la posibilidad de comprensión y  familiaridad  que muchos van a buscar a medio plazo, frente a la frialdad de las grandes superficies y los supermercados.

La otra posibilidad es que los compradores se refugien en la seguridad del comercio online, que ya se adivina como el gran beneficiado del cambio de hábitos de los consumidores durante y después del Coronavirus.