La incidencia de coronavirus continúa descendiendo en muchas comunidades autónomas. Andalucía, Murcia, Galicia, País Vasco, Navarra, Cantabria y Castilla-La Mancha han mostrado una bajada en el número de casos que ha llevado a algunas administraciones autonómicas a plantearse un cierto relajamiento de las medidas.
Es el caso de la comunidad manchega, que según los últimos datos, han pasado de tener una incidencia acumulada a 14 días de 1.300 a tener 720 en este momento. Y la tendencia sigue a la baja.
Por esta razón, el presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, anunciaba hoy mismo que a partir de mañana entrará en vigor un nuevo paquete de medidas de apertura en dos fases.
En definitiva, certificó la aprobación de una nueva desescalada para ir reanudando poco a poco la actividad económica ante la bajada de la incidencia.
Sin embargo, quizás algunas autonomías y el propio Gobierno central se replanteen el relajamiento de las medidas tras el alarmante dato que nos deja este fin de semana: la enorme cantidad de fiestas ilegales que se han producido.
El alarmante número de fiestas ilegales durante el fin de semana de San Valentín
Durante este fin de semana de San Valentín, la policía ha tenido que desmantelar en nuestro país cientos de fiestas y reuniones ilegales organizadas por irresponsables que no dudan en saltarse las normas impuestas para frenar la expansión del virus.
Ni límite de aforo, ni medidas de seguridad, ni toque de queda. La solidaridad brilla por su ausencia entre esta población que no atiende a las consecuencias de la pandemia.
A lo largo de la noche del viernes y el sábado, solo en la capital madrileña, la policía tuvo que irrumpir en 250 fiestas ilegales celebradas en locales y domicilios privados.
La celebración más grave se detectó en el sótano de un local comercial sin ventilación ni salidas de emergencias ubicado en el centro de la capital, donde se reunieron 66 personas, de las cuales 11 eran menores de edad.
También fue bochornoso el episodio ocurrido en una vivienda destinada al alquiler turístico en la calle de Cádiz, donde se reunieron más de 50 personas incumpliendo las normas sanitarias.
Debido a la resistencia de los acusados, la intervención de la policía se saldó con la detención de ocho personas, siete varones y una mujer, como presuntos responsables de delitos de atentado a agentes de la autoridad y detención ilegal.
Otra fiesta clandestina se detectó en un establecimiento de ocio de la calle de Huertas, donde se levantaron 45 actas por incumplir la normativa y se sancionó al local por incumplir el aforo permitido. Además un restaurante de la calle de Covarrubias del distrito de Chamberí fue desalojado al encontrarse allí 16 personas escondidas de celebración.
Madrid, a la cabeza en número de fiestas ilegales: más de 250 este fin de semana
En total, los agentes madrileños han hecho 481 propuestas de sanción por no llevar mascarilla y 421 por estar en un mismo recinto más de seis personas.
En declaraciones a Telemadrid, el comisario de la Policía Municipal, José Luis Morcillo, detalló que el perfil de los asistentes a estas fiestas ilegales son jóvenes de 20 y 30 años que conocen muy bien las tácticas policiales para librarse de la ley.
Aunque Madrid se encuentra a la cabeza de fiestas ilegales, lo cierto es que esta preocupación atañe a prácticamente todas las comunidades autónomas.
Este fin de semana se han desalojado fiestas en numerosas ciudades españolas y se han propuesto para sanción a aquellas personas que creían poder saltarse la ley.
En la isla de Ibiza, se ha desalojado una fiesta en una nave abandonada en la que participaban 25 jóvenes, mientras que en Alicante la Policía Local disolvió el sábado 20 fiestas en viviendas y tres botellones con 142 denuncias por incumplir el estado de alarma.
En País Vasco, se desalojó una fiesta en una vivienda de Abadiño (Vizcaya) con ocho personas, ninguna de ellas empadronada en la misma, mientras que en Navarra la Policía Foral ha puesto este fin de semana 45 denuncias por incumplimiento y ha desarticulado ocho botellones y seis fiestas en viviendas particulares.