La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado este jueves 30 de abril que en el plan de transición a la nueva normalidad tras el estado de alarma «no se impone nada a nadie».
«El que no se sienta cómodo, que no abra», ha sentenciado, haciendo referencia a los hosteleros en una entrevista en ‘RNE’, donde ha dicho que acerca de los requisitos para reabrir hoteles, cafeterías y restaurantes, se van incluyendo en las distintas fases las recomendaciones de aforo y distancia en función de cada superficie y de manera gradual.
Ribera ha insistido que se trata de criterios orientativos, además de contar a los oyentes de ‘RNE’ que el ministro de Comercio está dialogando con los distintos sectores para que comprendan que es un sistema gradual.
Si algún hostelero cree que es mejor esperar a abrir «pues que espere», ha recalcado, ya que en cada fase son los mismos empresarios los que deben analizar si las condiciones son óptimas o no, comenzando por aspectos sencillos. A su vez, Ribera ha dicho que en otros países, como por ejemplo Francia, estos sectores no abrirán hasta el final de la desescalada.
El plan de desescalada será «a nivel de cada centro de trabajo»
En cuanto al tema de la seguridad de los trabajadores, la vicepresidenta cuarta del Gobierno ha dicho que «existe una ley de prevención de riesgos laborales y hay recomendaciones de distancia y de protección individual».
Según Ribera, tanto empresarios y trabajadores han ido analizando y discutiendo qué es lo mejor, del mismo modo que los sectores empresariales, por lo que el plan de desescalada va a ser «a nivel de cada centro de trabajo donde se podrá precisar». Finalmente, Ribera ha comentado que habrá que ver hasta dónde puede acompañar el Gobierno, que «estará en cada fase de aprendizaje» en este proceso de vuelta a la ‘nueva normalidad’.