Hasta ahora, la estrategia del Gobierno de Pedro Sánchez para la gestión de la crisis del Coronavirus en España pasaba por mantener el mando único bajo el estado de alarma, pero la pérdida de apoyos parlamentarios y el riesgo de las nuevas medidas de desescalada han cambiado el escenario, y el ejecutivo se plantea rebajar sus poderes excepcionales.
El estado de alarma es un mecanismo excepcional que otorga plenos poderes al Gobierno central ante la aparición de una situación de emergencia, como la huelga de controladores aéreos en 2010 o la pandemia del Coronavirus actualmente. Pero su excepcionalidad exige su eliminación tan buen punto se ha superado la emergencia.
En este caso, una vez pasado el pico de contagios, los demás partidos piden al Gobierno la sustitución del estado de alarma por otros mecanismos que garanticen las libertades fundamentales y los derechos de los ciudadanos, mientras en Moncloa defienden que prescindir ahora de este instrumento elevaría el riesgo de nuevos contagios y fallecidos.
Pero a la vez, Sánchez es consciente de que la pérdida de apoyos parlamentarios complica cada vez más la aprobación de nuevas prórrogas y la nueva estrategia del presidente pasa por pedir una prórroga de un mes, en vez de quince días, a cambio de limitar sólo a la movilidad los plenos poderes del Gobierno.
Sin ir más lejos, el PNV, que facilitó junto a Ciudadanos la aprobación de la última prórroga el pasado miércoles, exige ahora el Gobierno que el estado de alarma se limite a las cuestiones relacionadas con la movilidad y el resto de asuntos se gestionen mediante el acuerdo directo con las comunidades autónomas, atendiendo a su singularidad.
De momento, la vicepresidente Carmen Calvo ya ha iniciado una ronda de contactos para negociar el nuevo formato, mientras el Gobierno estudia el uso restringido del estado de alarma que le garantice poder seguir limitando los movimientos de la población entre territorios en caso de que se produzcan nuevos brotes que exijan cerrar zonas concretas.
En el PNV dicen que hay gente en el Gobierno trabajando en una aplicación más restringida del estado de alarma, y esto podría cambiar su orientación del voto en una próxima votación para facilitar los planes del Gobierno ante la oposición del PP, Vox y los independentistas catalanes.
Además, los nacionalistas vascos definen como «modelo agotado» el actual estado de alarma, y se muestran confiados en que Sánchez modulará el decreto que lleva la próxima semana al Congreso. «Confío en que lo que venga, aunque se llame estado de alarma, sea muy diferente a lo conocido hasta ahora», ha dicho el presidente del comité ejecutivo del PNV, Andoni Ortuzar.