Entre las ambiguas directrices de las autoridades sanitarias y la indecisión del Gobierno, llevar o no mascarilla se ha convertido en uno de los grandes dilemas en tiempos del Coronavirus. Empezó por considerarlo contraproducente, luego las recomendó y estableció el uso obligatorio en el transporte público, y ahora da un nuevo paso que puede cambiarlo todo.
Esta misma semana el ministerio de Sanidad ha pedido a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial su opinión sobre la extensión del uso obligatorio de mascarillasen todos los lugares públicos, es decir, que sea obligatorio ponerse la mascarilla al salir a la calle. De momento, dice Sanidad, se siguen aplicando los protocolos vigentes.
Por ahora el uso de mascarilla es obligatorio en transportes públicos y recomendado cuando no se pueda mantener una distancia mínima de seguridad de dos metros. El Gobierno aún no ha tomado una decisión sobre la obligatoriedad del uso de mascarilla en todos los lugares públicos, pero es una opción que está sobre la mesa y que baraja seriamente.
Por un lado, el Gobierno teme que en cualquier momento se produzca un repunte y trata de limitar el riesgo por todos los medios sobre todo ante las últimas muestras de aglomeraciones en bares y terrazas de lugares que pasaron a la Fase 1. Pero por otro lado, aparecen voces críticas como el director de emergencias, Fernando Simón.
«Siempre que sea para prevenir riesgos es aceptable, pero no todo el mundo la puede usar de la misma manera ni de forma prolongada, ya que puede generar problemas a personas con ansiedad o cualquier afectación respiratoria importante», advirtió este lunes Simón, que ya se pronunció en contra del uso obligatorio del transporte antes de que Sanidad lo decretara.
En las comunidades autónomas, el Gobierno tendría el apoyo de Andalucía, Madrid y Murcia para extender el uso obligatorio de mascarillas. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya se ha pronunciado a favor, y desde la Consejería de Sanidad en Murcia y la Junta de Andalucía también dan el visto bueno para la medida.
En otros casos, como el de Castilla y León, piden más claridad y recuerdan que las medidas de obligatoriedad en el estado de alarma dependen del ministerio y el gobierno regional se limita a la recomendación de su uso en lugares cerrados y donde se pueda mantener la distancia. Valencia, Extremadura, Cantabria, Aragón y Canarias piden medidas adicionales.
Por lo demás, el debate sigue abierto entre los expertos. Algunos han alertado estos días del riesgo de no llevar mascarilla en espacios abiertos, porque es muy difícil mantener la distancia de seguridad al salir a la calle o al hacer ejercicio, pero otros vuelven a recordar el peligro de la falsa sensación de seguridad que, sin ir más lejos, llevó a la OMS a no recomendar su uso.
Sin embargo es una realidad que la recomendación se ha ido extendiendo, porque ahora hay más mascarillas al alcance y porque se ha demostrado que los asintomáticos y presintomáticos son uno de los principales vectores de transmisión cuya principal herramienta de protección es la mascarilla, en especial la higiénica o quirúrgica.