Filomena ha dejado tras su paso por España un rastro de nieve como hacía décadas que no se veía en buena parte del país. En muchos puntos se ha estado hablando de una nevada histórica que provocó el aislamiento de muchas poblaciones, carreteras cortadas con conductores que tuvieron que pasar horas en sus coches e infraestructuras como aeropuertos o estaciones de tren cerradas.
Pero aunque esta borrasca ya ha pasado, España afronta ahora otro grave problema, y es que ya se está notando la llegada de una gran ola de frío que, aunque no traerá precipitación, hará bajar los termómetros en muchos puntos por debajo de los diez grados bajo cero, llegando a algunos a temperaturas de hasta -20º.
Es por este motivo que desde el Gobierno todavía se está en alerta y ayer se volvía a reunir el Comité Estatal de Coordinación y Dirección del sistema estatal de Protección Civil, con la presencia de los ministros de Interior, de Transportes y de Defensa, además de los responsables de los principales cuerpos de emergencias y organismos de infraestructuras.
Y el mensaje que querían hacer llegar a la ciudadanía, en rueda de prensa, es que todavía nos encontramos en una situación de emergencia y que está va para largo. Era el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, el que advertía que todavía falta para volver a la situación previa al temporal: «Costará recuperar la normalidad». Insistía en el hecho que la ola de frío todavía durará lo que queda de semana y que por tanto «tenemos días difíciles por delante» donde el Sistema Nacional de Protección Civil tendrá que seguir trabajando y pedía a la ciudadanía «un poco más de paciencia».
El nuevo peligro que acecha en las carreteras
Y aunque buena parte de las carreteras está empezando a ser reabierta, la realidad es que la circulación en las mismas está lejos de ser normal. Tras la nieve, el peligro actual es el hielo que puede aparecer en muchas carreteras, autovías y autopistas españolas a causa de la gran bajada de temperaturas.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, recordaba sobre las heladas en el asfalto que «es un elemento de riesgo para la movilidad incluso mayor que la propia nieve». Este también insistía en el hecho que «Filomena ha barrido una buena parte de España con una fiereza inusitada y es la antesala de una ola de frío intenso».
Para evitar que se puedan seguir produciendo problemas volvía a hacer un llamamiento a «limitar la movilidad». En concreto, pedía a los ciudadanos que siempre que no sea totalmente necesaria «eviten coger el vehículo privado».
A la espera de la llegada de las ayudas
Tras el paso del temporal que provocó la borrasca Filomena y mientras se espera que pase la actual ola de frío, los esfuerzos se centran en dos grandes puntos. Por un lado, operarios de las zonas afectadas, ayudados en muchos casos por efectivos de la UME, siguen trabajando para limpiar las principales infraestructuras de transporte pero también en los accesos de hospitales o colegios.
Por otro lado, un punto clave en los próximos días es el análisis de los daños materiales que puede haber provocado el temporal, antes de empezar a conceder las ayudas económicas correspondientes. Como es sabido, ha sido principalmente Madrid quien ya ha solicitado que se la declare «zona afectada por emergencias», lo que antes se conocía como «zona catastrófica».
Aunque el Gobierno no ha descartado esta posibilidad, Grande-Marlaska insistía en que ahora mismo «estamos en fase de respuesta» y que lo que toca es «garantizar los servicios esenciales y el funcionamiento de las infraestructuras críticas». Aun así, ha recordado que «desde el principio estamos tomando datos para las ayudas que sean precisas cuando el momento se materialice».