Tras un mes de parón, el Gobierno de España va a retomar este lunes, 19 de abril, las conversaciones con los agentes sociales acerca de la reforma del sistema de pensiones de jubilación en nuestro país. El asunto es uno de los que más preocupan a Europa, que instó a España a hacer reformas en este sentido —también por lo que se refiere a otros asuntos, como por ejemplo la situación del mercado laboral o el marco fiscal existente— a cambio de los 140.000 millones de euros que van a inyectarse en nuestro país en concepto de fondos de recuperación hasta el ejercicio 2026.
Los convenios no podrán obligar a la jubilación antes de los 68 años de edad
El Ejecutivo, pues, está decidido a impulsar los cambios necesarios en materia de pensiones y quiere hacerlo de la mano de patronales y sindicatos, quienes van a sentarse hoy en la mesa con el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Entre las opciones que barajan en este grupo de decisión acerca de la reforma de las pensiones, hay varias que presentan novedades de importante calado: van a cambiar las condiciones actuales de las retribuciones por jubilación en nuestro país y van a introducir cláusulas que afectarán de pleno a la idea actual de pensiones.
Hay varias propuestas con las que se trabaja por el momento, y aunque ninguna de ellas está confirmada, permiten tener una idea general muy clara sobre la línea que busca el Gobierno. No hay duda, pues, que las condiciones de la jubilación en nuestro país van a cambiar. El diario 'ABC' explica este lunes, 19 de abril, algunas de las novedades que ya están tomando forma. La primera es la prohibición expresa de que los convenios colectivos obliguen al trabajador a jubilarse antes de cumplir 68 años. La nueva cláusula afecta también a las condiciones ya pactadas en este sentido, para las que establece un régimen transitorio de un año.
Premios para los que retrasen su edad de jubilación; castigos para aquellos que la adelanten
Otra de las cuestiones que está sobre la mesa son los castigos para aquellos trabajadores que se jubilen antes de la edad legal —recordemos que, ahora mismo, se sitúa en los 66 años— y los premios para aquellos que decidan prolongar aún más su permanencia en el sistema de trabajo, es decir, que quieran seguir trabajando tras superar el umbral de la edad legal de jubilación. Tomen nota.
Comencemos con los castigos: los coeficientes reductores de la pensión para quien adelante su jubilación van a augmentar de manera muy significativa. Así, en las carreras laborales de menos de 38 años y seis meses de cotización, el coeficiente podrá ser de hasta el 21% —disminuyendo, como más se aproxime uno a la edad legal de jubilación, progresivamente hasta el 3,26%—, un palo considerable que ahora mismo solo alcanza el 16%. Según apunta 'ABC', la idea del Gobierno es ir subiendo progresivamente el coeficiente, del 16 al 21%, a lo largo de los próximos seis ejercicios.
Pero también van a contemplarse incentivos para permanecer en el mercado laboral aun rebasando la edad legal de jubilación: quien decida prolongar sus años de cotización más allá de lo que le tocaría va a recibir un cheque de varios miles de euros por cada año que retrase su retirada. Serían 11.000 euros anuales para aquellos trabajadores con bases máximas de cotización; aunque podría crecer hasta los 12.060 euros si el trabajador ha cotizado 44 años y medio o más.
Pero, ¿qué ocurriría con los trabajadores con bases de cotización más bajas? Según apunta 'ABC', por ejemplo, una pensión de 9.500 euros anuales —unos 680 euros mensuales— recibiría por cada año de más un pago de casi 4.800 euros; que podrían ascender a más de 5.200 en caso de que el trabajador en cuestión hubiera cotizado un mínimo de 44 años y medio. En el caso de una pensión media, de 20.000 euros anuales, y en función de los años de carrera cotizada, el cheque para el trabajador que prolongue su estancia en el mercado laboral puede situarse en un margen de entre 7.400 y 8.200 euros al año.
Augmento de los impuestos para las rentas más altas... y también de la pensión máxima
Otra de las reformas que está sobre la mesa pasa por augmentar las bases de cotización para aquellas personas que gocen de retribuciones de más de 49.000 euros al año. En paralelo, el ministerio que dirige José Luis Escrivá plantea, sin entrar en el detalle concreto de los números, un augmento gradual de la pensión máxima, que a día de hoy es de 14 pagas de 2.707 euros. Finalmente, también se estudia que, a partir del 1 de enero de 2022, los autónomos empiecen a cotizar según sus ingresos reales y que este colectivo pueda adecuar sus bases de cotización a trece categorías diferentes según su rango de ingresos. En los próximos días se esperan avances en todas estas medidas y habrá que ver cuáles se acaban adoptando y de qué forma.