Pedro Sánchez en rueda de prensa en la Moncloa para declarar el estado de alarma, el 25 de octubre del 2020

El Gobierno toma una determinación sin precedentes para el 8 de marzo

La Delegación del Gobierno en Madrid ha anunciado que se autorizan las marchas que no superen los 500 asistentes

La Delegación del Gobierno en Madrid ha anunciado que permitirá las marchas feministas del próximo 8 de marzo en la capital, según ha informado el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, en una entrevista en Onda Cero, pero las que se celebren deberán cumplir una serie de condiciones: la primera de ellas, no superar los 500 asistentes. 

Según ha explicado, de momento no se ha denegado ninguna petición para las marchas del 8-M, ya que, según explica Franco, se trata de marchas pequeñas con compromiso por parte de sus organizadores de mantener la distancia de seguridad. «Nosotros el criterio de Sanidad lo estamos siguiendo a rajatabla porque tenemos que ayudar a preservar la salud de los madrileños», ha remarcado. Eso sí, el 8-M no se repetirá la estampa de otros años anteriores y no habrá ninguna gran protesta feminista en Madrid.

Muchos políticos, especialmente del espectro de la derecha española, acusaron al Gobierno de poner en riesgo las vidas de millones de españoles por permitir una marcha que consideraban «propaganda», mientras que desde el Ejecutivo siempre defendieron que, cuando se celebró la marcha, la situación en España todavía no se había descontrolado. De hecho, fue el día siguiente, el 9 de marzo, cuando España notificó un gran aumento de casos positivos de coronavirus, lo que empezó a preparar el terreno para el confinamiento domiciliario. 

El alcalde de Madrid rechaza las concentraciones

José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, ha sido de los primeros en responder a esta noticia pidiendo al Gobierno que rectifique y no permite las marchas, aunque estén limitadas a 500 personas, y que celebren el 8-M «de otra forma». Almeida cree que las concentraciones suponen «un foco de transmisión y riesgo» que hay que evitar cuando España acaba de bajar del umbral de los 250 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas, el umbral que marca una situación de riesgo extremo en la pandemia. 

El alcalde madrileño recuerda que desde la irrupción del coronavirus, hace ahora un año, «ya se han suspendido numerosísimos eventos tan tradicionales como el 8M», en referencia a actos como los Sanfermines, las procesiones de Semana Santa, la Feria de Abril, las Fallas y otras muchas celebraciones y eventos tradicionales en la sociedad española. 

En ese sentido, Almeida pide que se busque una forma distinta para celebrar el 8-M, pero que no sea a través de manifestaciones en las calles porque es difícil controlar a 500 personas, y sobre todo, que mantengan una distancia de seguridad. Ha añadido que «las instituciones tenemos que dar ejemplo a la gente» y que desde el Ayuntamiento de Madrid ya se está preparando un acto para celebrar el 8-M, pero sin concentraciones que se convierten en un factor «de transmisión y riesgo».

Precisamente, la marcha que se celebró el año pasado ha sido motivo de polémica y enfrentamientos políticos, ya que solo 6 días después de esa gran marcha, España entró en el primer estado de alarma de la pandemia, y Almeida ha vuelto a recordarla para pedirle al Ejecutivo de Pedro Sánchez que pide perdón y que evite repetirlas este año. 

El alcalde de Madrid cree que «el Gobierno disponía de los elementos suficientes como para entender que autorizar las manifestaciones suponía un grave riesgo para los ciudadanos que asistieron a ellas», y que deberían admitir públicamente que «no debieron autorizar» las marchas. 

José Manuel Franco, delegado del Gobierno, ha insistido en que cuando se autorizaron esas marchas no había datos suficientes que justificasen prohibir una concentración, ya que el derecho de manifestación está protegido por la Constitución y solo puede limitarse «por motivos muy concretos y tasados».

En ese sentido, Franco ha explicado que «está satisfecho de haberlo hecho. Esto pudo ser un contagio, pero lo que sería prevaricar en aquel momento sería prohibirlo. Acertar la quiniela los lunes es fácil y si supiéramos lo que iba a pasar también prohibiríamos espectáculos deportivos, culturales u oposiciones». 

El delegado del Gobierno se refiere así a otros eventos masivos celebrados el mismo fin de semana que la marcha del 8-M, y que incluyeron partidos de fútbol o mítines políticos, entre otros.