Foto familiar de Chris Moore con su mujer y sus hijos

Fallece un padre de cuatro hijos que se acababa de poner la vacuna

Chris se puso la primera dosis para volver al trabajo tras varias semanas de cuarentena, y entonces se contagió

Chris Moore, un hombre de 48 años y padre de cuatro hijos, falleció tras contagiarse de Covid a los dos días de vacunarse. El hombre, trabajador del sistema de salud británico, recibió la vacuna de Pfizer el 2 de enero y dos días después le diagnosticaron la enfermedad. Tras cuatro semanas luchando contra el coronavirus, murió. 

Chris era natural de County Durham, una población al noreste de Reino Unido, y trabajaba como funcionario en el Sistema Nacional de Salud del país. Le diagnosticaron coronavirus tras recibir la primera dosis de la vacuna, y desarrolló un cuadro grave con dificultades para respirar que finalmente le ha llevado a la muerte.

La familia no tiene claro cómo se contagió, pero no creen que esté relacionado con la vacuna. Su caso se suma al de muchos otros que contrajeron el virus después de ponerse la vacuna. Según el ministerio de Salud, la mayoría de estos pacientes se contagiaron antes de recibir la primera dosis, que además tarda un tiempo en hacer efecto. 

Ni la vacuna de Pfizer ni la de Oxford tienen un 100% de efectividad, y en todo caso, alcanzan la máxima protección solo después de la segunda dosis. Un número muy reducido de personas quedan expuestos al virus tras ponerse la vacuna, pero puede ocurrir. Según los expertos, la primera dosis de la vacuna ofrece protección entre dos y cuatro semanas después.

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Chris tuvo mala suerte, y se contagió cuando la dosis aún no había hecho efecto. Su muerte ha provocado un gran dolor en el seno de su familia, ya que era padre de cuatro hijos y una persona muy querida. Él y su mujer Helen, de 47 años, son los padres de Rebecca (19), Daniel (17), James (16) y Thomas (12). 

Un amigo de la familia, David, asegura que «era una persona familiar, en las fotos aparecen siempre todos riendo». Explica que «era un marido adorable y Helen lo describe como un compañero del alma». Su amigo lo califica como una persona cariñosa y protectora, «siempre sonriendo y de buen humor».

Estuvieron a su lado hasta el final

Chris falleció días antes de cumplir 49 años y el mismo día que su hijo Daniel cumplió 18. Él y su esposa Helena, que trabaja en una farmacia, habían estado durante varias semanas en cuarentena, pero decidieron volver al trabajo a finales de diciembre. Él recibió la primera dosis y entonces empezó a sentir los síntomas, que se fueron complicando hasta ser ingresado en un hospital del condado el 10 de enero.

Chris permaneció en cuidados intensivos y en un momento dado pareció que se recuperaba, pero luego volvió a empeorar. El hombre necesitó ventilación asistida, y tras ver de nuevo a su familia experimentó una ligera mejoría. «Entonces los médicos le dijeron que necesitaría diálisis, pero ni esto no pudo ayudarle», explica su amigo David.

Los médicos informaron a la familia de que su estado había empeorado, y aunque Helen intentó estar a su lado para darle fuerzas, finalmente murió. Su amigo no tiene duda de que fue muy mala suerte, ya que después de varias semanas confinado «solo pudo contagiarse al ir a vacunarse, así que precisamente por ir a vacunarse cogió el coronavirus».

Piden ayuda para la familia

David habla en nombre de Helen para advertir a la gente del peligro del coronavirus y la necesidad de cumplir las restricciones y el confinamiento.

A pesar de que el sistema de salud británico apoya a las familias de su plantilla que han perdido a su ser querido por Covid-19, David asegura que no ha sido así con la familia de Chris. «Dicen que hay que seguir adelante, pero con cuatro hijos huérfanos de padre es mucho más difícil», asegura, y ha abierto una página en internet para enviar dinero a la familia.

Chris ha sido una de las miles de víctimas de la tercera ola en Reino Unido, que ha sufrido el mayor número de víctimas en Europa. La rápida propagación de las nuevas variantes, con cifras de contagiados y fallecidos nunca vistos hasta ahora en aquel país, llevaron al gobierno a decretar un confinamiento duro, que ahora empieza a abrirse poco a poco.