El uso de las mascarillas en nuestro país lleva siendo obligatorio desde el pasado verano, tras la reapertura escalonada de la economía tras el primer estado de alarma que nos mantuvo confinados en casa durante casi dos meses.
Aun así, no ha sido hasta este mes de marzo del 2021 cuando el Congreso de los Diputados aprobó de forma definitiva el 'Proyecto de Ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19', y que una de las cosas que regula es precisamente el uso de las mascarillas.
Hasta ahora conocíamos los usos más o menos habituales de la mascarilla gracias a las indicaciones de Sanidad y de las consejerías de Salud de las distintas comunidades autónomas, que obligaban a su uso en cualquier espacio al aire libre, en espacios cerrados y, en los últimos tiempos, incluso sentados en la terraza de un bar, si no estamos consumiendo en ese momento.
El texto, conocido como 'Decreto de la Nueva Normalidad', establece de forma clara y definida qué usos debe tener la mascarilla en España y marca exactamente dónde, cuándo y cómo hay que usarlas en función del lugar en el que se esté.
Uso obligatorio de la mascarilla
Así, uno de los primeros puntos que se fija con las mascarillas es el grupo de edad de las personas que están obligadas a usarlas. Como hasta ahora, todas personas mayores de seis años en cualquier espacio de la vía pública, al aire libre, y en espacios cerrados de uso público o abiertos al público, siempre que no se pueda garantizar que se mantenga una distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros.
Según esta definición, el uso de la mascarilla no sería obligatorio, por ejemplo, en medio de la montaña para una familia que ha ido a pasar el día, siempre y cuando no se crucen con otras personas en el camino, momento en el que deberían ponerse la mascarilla ante la dificultad de asegurar una distancia mínima de seguridad entre ellas.
El texto establece también que la mascarilla debería usarse en todo medio de transporte aéreo, marítimo, en autobús o ferrocarril, independientemente de que sean de titularidad pública o privada. Además, también es obligatorio llevar la mascarilla en transportes privados en vehículos con capacidad de transportar hasta nueve personas, incluido el conducto, si los ocupantes no conviven en el mismo domicilio.
En buques y embarcaciones marítimas, los pasajeros no estarán obligados a llevar mascarilla dentro de su camarote o cubiertas, y tampoco en espacios exteriores si pueden mantener una distancia de seguridad mínima de 1,5 metros.
A pesar de todas estas obligaciones, la norma incluye una excepción que se aplica a todos los supuestos anteriores, y es que la persona tenga algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pudiera verse agravada por el uso de la mascarilla; o bien que tenga algún tipo de discapacidad o falta de autonomía que le permita quitarse la mascarilla; o presente alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.
El tema del deporte al aire libre ha sido uno de los aspectos más controvertidos sobre el uso de mascarilla, ya que en algunos momentos las comunidades autónomas han obligado a llevarla en la realización del ejercicio y en otras se ha permitido correr o circular en bicicleta, por ejemplo, sin mascarilla.
El texto zanja por fin el debate y expone que el uso de la mascarilla no será obligatorio si se realiza deporte de forma individual al aire libre o cuando la propia naturaleza de las actividades realizadas sea incompatible con el uso de la mascarilla.
Carolina Darias defiende la norma
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, resaltó en el debate de la ley en el Congreso de los Diputados que la norma deriva del 'Real Decreto de nueva normalidad' y que permitirá «avanzar el control de la pandemia y, también, en funciones de vigilancia, inspección y control de casos».
«Esta norma será medular en la gestión de la pandemia hasta su finalización», añadió Darias, que defendió también que el texto «recoge buena parte del compromiso adquirido durante la gestión de esta dolorosa crisis. Está llamada a ser una fuente de conocimiento para aquellos que tengan que tomar decisiones similares en el futuro».