Aunque hasta el próximo 18 de abril no arranca de forma oficial la campaña de las elecciones regionales en la Comunidad de Madrid, lo cierto es que el clima de declaraciones y contradeclaraciones de los últimos días recuerda que los comicios madrileños están a la vuelta de la esquina. Uno de los protagonistas de los comicios es Pablo Iglesias, aún vicepresidente segundo del Gobierno, que hace una semana anunciaba que próximamente presentará su dimisión para ser el candidato de su formación, Unidas Podemos, a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Su irrupción en los comicios regionales fue toda una sorpresa y constituyó un factor capaz de mover todo el tablero político en la Comunidad, contribuyendo a la polarización, muy bien aprovechada desde el primer momento por el PP, consciente de que la irrupción de Iglesias le beneficia. Confrontar con el líder de Unidas Podemos es para Isabel Díaz Ayuso un 'favor': le permite contraponer su modelo de gobierno con el de Iglesias, a quien señala como candidato a temer por su ideario de izquierdas, de forma que el electorada de centro y de derechas tiene más incentivos a movilizarse y a apostar por la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, a quien las encuestas señalan como clara ganadora.
Gabilondo no pactaría con este Iglesias
Ante esta situación, los otros candidatos temen quedar en un segundo plano. Entre ellos, quien ganó las últimas elecciones autonómicas en Madrid, celebradas en el mes de mayo de 2019: Ángel Gabilondo. El catedrático universitario consiguió la victoria con 37 escaños al frente del PSOE, pero le fue imposible gobernar ante la mayoría que sumaban el PP, Ciudadanos y Vox. Ahora, todos los sondeos publicados hasta la fecha le sitúan en un porcentaje de voto muy similar al de 2019, también alrededor de los 37 escaños en la Asamblea de Madrid que tiene desde entonces.
Gabilondo ha visitado este lunes, 22 de marzo, el programa 'Al Rojo Vivo', de 'La Sexta'. Ha sido allí, en una entrevista con el director de la emisora televisiva, Antonio García Ferreras, donde ha pronunciado la que probablemente sea la declaración de la jornada en el terreno político madrileño: Gabilondo ha afirmado que, en caso de que no obtuviera la mayoría absoluta el próximo 4 de mayo —algo que no pasará, ya que así lo pronostican todos los estudios demoscópicos publicados hasta la fecha—, está dispuesto a pactar con Más Madrid o con Ciudadanos, pero no con Unidas Podemos. Asegura que no pactaría con este Pablo Iglesias «por su clima de confrontación»: «Con este Iglesias, no. Yo digo no a Podemos en este clima de confrontación y extremismo».
El candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid pretende construir, pactando con Ciudadanos y con Más Madrid, «un espacio plural y abierto», y ha asegurado que ya intentó un pacto de este tipo en 2019, cuando finalmente los naranjas optaron por sumarse al ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso que se puso en marcha en agosto de 2019 gracias al apoyo parlamentario que les prestó Vox. Así pues, Gabildondo ha sido contundente al decir que no pactaría con Unidas Podemos, con quien ha reconocido haver trabajado «muy bien» en la Asamblea de Madrid.
Gabilondo se miestra intranquilo ante un posible pacto con Unidas Podemos, con la ida de que «un planteamiento extremista y radical formara parte del gobierno». «Espero que eso no evolucione en esa dirección, pero planteadas así las cosas no quiero. No descalifico a Iglesias, comparto muchos puntos de vista. Esto no es una negativa a él, sino a cómo plantea la cuestión en Madrid. No puede ir por esas vías de confrontación y así planteadas las cosas, no», ha afirmado el candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Un giro que complica más las cosas al líder de Unidas Podemos
Las palabras de Ángel Gabilondo suponen un escollo más para Pablo Iglesias en su arriesgada maniobra de presentarse a las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid. Al líder de Unidas Podemos no tan solo se le complica el objetivo de ser el partido más votado del bloque de las izquierdas —apenas alcanza el 9% de la estimación de voto media en las últimas encuestas que se han hecho públicas—, sino que, en caso de conseguirlo, tendría dificultades para pactar con el PSOE. Además, aunque se cumpliera la probabilidad de una suma del bloque de izquierdas con el PSOE al frente, Gabilondo no contaría con los morados para entrar en el ejecutivo madrileño.
Sea como sea, y con todos los elementos que hoy por hoy están encima de la mesa, parece complicado que Iglesias pueda jugar un papel relevante en la legislatura madrileña 2021-2023. A un mes y medio de las elecciones, todo apunta a que el líder de Unidas Podemos podría ver finalizada su carrera política muy pronto. Aun así, cae decir que Iglesias tiene seis semanas para revertir la situación y luchar para que los morados puedan tener un papel clave en la próxima legislatura. Una gesta muy complicada: la última carta de Iglesias en su jugada más arriesgada.