Pedro Sánchez durante una comparecencia de prensa en la Moncloa

El Gobierno, a punto de aprobar cambios en los salarios en España

La decisión va a tomarse dentro del mes de julio y hay diferencias de opinión en el Ejecutivo

El Gobierno afronta las últimas semanas antes de las tradicionales vacaciones de agosto con una importante carpeta abierta en materia laboral. Hace meses que el Ejecutivo tiene sobre la mesa la posible subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de cara a 2021, una cuestión que forma parte del pacto PSOE-Unidas Podemos. En 2019, el Gobierno ya subió el SMI hasta los 900 euros y, a principios de 2020, hasta los 950.

La subida del salario mínimo interprofesional en 2021: presión de Podemos, freno del PSOE

Pero estos aumentos son insuficientes y una parte del Gobierno, especialmente representada por Unidas Podemos, presiona para ir más allá. El acuerdo pasa por establecer el SMI en el 60 % del salario medio antes de que termine la legislatura y aunque los morados exigen avances, el PSOE es mas reacio. La última voz que ha presionado al respecto ha sido la de Yolanda Díaz, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social.

En una entrevista concedida este domingo a El País, Díaz insiste en el objetivo de la subida del SMI, pero admite diferencias con el PSOE. "Estamos hablando de un millón y medio de trabajadores que no están sujetos a la red de protección de los convenios colectivos", recuerda Díaz. "Son los más vulnerables y no puedo entender que los dejemos fuera con un IPC del 2,7 %, subiendo la electricidad, la gasolina, prácticamente todo: mi convicción es clara", zanjó.

Ante la clara presión de Unidas Podemos, el ala más socioliberal del Ejecutivo es partidaria de congelar el SMI este año. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Nadia Calviño; y el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá, son las dos grandes voces de este flanco del Gobierno.

La decisión está en la mesa de Pedro Sánchez

Pero quien deberá tomar una decisión definitiva al respecto y decantarse por una u otra opción es el presidente del Gobierno. Sánchez es quien va a tener la última palabra y el pasado jueves, 1 de julio, se refirió a ello en una entrevista en La Sexta. "Vamos a ver cómo se comporta el empleo en los próximos meses", dijo el presidente del Gobierno. 

La cuestión es que, al día siguiente, el Gobierno dio una gran noticia sobre el empleo en nuestro país. Se publicaron los mejores datos históricos de un mes de junio, con 167.000 parados menos y 233.000 empleos más. Las palabras de Sánchez, unidas a la mejora de los datos del paro, dejan entrever una posible subida del SMI para este 2021.

Ahora bien: esta subida podría ser de carácter muy moderado, sin parecerse en nada a las de 2019 y 2020. Una característica que no sorprende si recordamos anteriores posicionamientos públicos de Pedro Sánchez. En una rueda de prensa ofrecida hace dos semanas junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ya advirtió que la prioridad del Gobierno es la "recuperación".

En otras palabras: el presidente del Ejecutivo dejó claro que la prioridad, para él, no era dictar una subida del SMI, sino favorecer la creación de empleo. Sánchez no quiere que un aumento del salario mínimo suponga un freno a la creación de puestos de trabajo ahora que España debe salir de la crisis. Se agarra el presidente del Gobierno a un reciente informe del Banco de España, en el que se asegura que la subida del SMI en 2019 restó al menos 100.000 empleos.

Ante todas estas circunstancias, durante este mes de julio Sánchez y el Gobierno deberán decidir qué papel juegan sobre el salario mínimo. Los cambios que se aprueben tendrán repercusión directa en los bolsillos de los españoles, pero también en los equilibrios internos del Gobierno.