El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Jefe del Estado, el rey Felipe VI, se volverán a ver las caras en el acto de entrega de premios de la Barcelona New Economic Week este viernes. El viaje tiene doble morbo, por lo que supone el regreso del rey a Cataluña y por el reencuentro entre él y el presidente Sánchez después del veto de la Moncloa.
El distanciamiento entre Moncloa y Zarzuela, y en particular entre Pedro Sánchez y el rey Felipe, era ya un secreto a voces antes de que se agravara por el veto que ejerció Moncloa a la asistencia del rey Felipe VI al acto de entrega de los despachos de los jueces en Barcelona.
El Gobierno se acogió a su derecho al veto y lo justificó como medida para rebajar la tensión en Cataluña, donde el Gobierno trata de llevar a buen puerto la mesa de negociación en unas fechas, además, muy señaladas. El 1 de octubre se cumplen tres años del referéndum ilegal impulsado en Cataluña, y el día 3 del discurso del rey defendiendo la actuación policial.
A nadie se le escapa que aquel discurso marcó un antes y un después de la aceptación de la figura del rey Felipe VI en Cataluña, donde el grueso del independentismo lo tiene como uno de los símbolos de la represión y el unionismo. En medio de los esfuerzos de Moncloa por rebajar la tensión y asegurar el anclaje de ERC como principal apoyo del gobierno de coalición, la visita del rey Felipe a Barcelona tenía más inconvenientes que ventajas.
Pero el veto de Moncloa al rey sentó como un tiro en la Casa Real, que lleva meses criticando las injerencias del Gobierno en la agenda de los reyes de España. En plenos rebrotes, sin ir más lejos, cancelaron una visita que Felipe y Letizia tenían prevista a Ceuta y Melilla. En aquella ocasión, la cosa acabó en bronca y al borde de la ruptura entre ambas instituciones.
Días después, Zarzuela respondió con la concertación de reuniones secretas de alto nivel entre el rey Felipe y altas personalidades del Estado para recabar apoyos y reafirmar el apoyo de las instituciones a la Corona. Todo ello antes del escándalo por la huida del rey emérito, asediado por las acusaciones de corrupción.
Entonces, parte del gobierno encabezado por Podemos aprovechó para reabrir el debate de la monarquía. Los ataques a la Corona no han cesado con polémicas declaraciones de los ministros que Sánchez no ha censurado.
Viaje con morbo
Y en pleno enfrentamiento entre Sánchez y Felipe, el Gobierno anuncia que se volverán a ver las caras nada más y nada menos que en un viaje a Barcelona. Lo harán en el marco de la BNEW 2020, un evento que reúne a los sectores del comercio digital y la logística y en el que habrá un reparto de galardones presidido por el rey.
Pedro Sánchez y el rey Felipe también visitarán juntos la start-up 3D Factory Incubator, en su primer aniversario en la zona Franca de Barcelona. Esta es la primera incubadora europea de alta tecnología en impresión en tres dimensiones, cuyo objetivo es albergar las 100 mejores ideas de Europa de negocio digital para los próximos cinco años.
Una buena oportunidad sin duda para calibrar el estado de la industria digital en España, aunque todos los ojos estarán puestos en la relación entre los dos políticos más importantes del país, el presidente del Gobierno y el Jefe del Estado, en permanente tensión.