La historia de Germán Quintana Blanco es de esas que se hacen muy duras para su familia y no solo por saber nada de él desde que desapareció con 13 años. Algo de culpa siempre queda cuando se sabe que tratando de encontrarlo perdieron la vida 7 personas. Todo ocurrió en un ya lejano 1987 aunque el diario El Mundo ha conseguido como lo vivieron sus familiares.
Han podido hablar con su hermana pequeña Cristina, que en esa época contaba con 6 años. La han encontrado por casualidad en la casa de Fuengirola donde vive su madre, María Lourdes. Ha vuelto a casa para dar a luz a su tercer hijo, pues ella vive y trabaja como profesora de Traducción en Kuala Lumpur.
La familia se trasladó a la ciudad malagueña solo un año después de la desaparición de su hermano. Antes residían en Oviedo, donde el padre de Germán y Cristina, José Arturo, había inmigrado 14 años antes. Como muchos otros asturianos, había vuelto a su tierra tras tratar de ganarse la vida en Argentina.
Todo cambió para ellos 7 de junio de 1987. Germán era uno más de los alumnos del colegio Loyola de Oviedo que ese domingo fue de excursión a los Lagos de Covadonga. Los niños podían ir acompañados, pero su familia le permitió ir solo firmando una autorización.
Sus padres lo dejaron en el autobús y se marcharon a abrir su restaurante como cada día. No esperaban que sería la última vez que verían a su hijo mayor.
Dentro del grupo de excursionistas, hubo una parte que propuso hacer una subida a la zona del Mirador de Ordiales. Las noticias de la época no dejan claro si Germán se pudó quedar descolgado mientras subían o si empezó a hacerla ya rezagado. Lo que si se es seguro es que un testigo lo vio descansando solo bajo un árbol.
Una vez el grupo volvió al punto de partida hicieron un recuento y faltaba un niño. Eran todavía las 14:30 horas pero de manera repentina se levantó una gran tormenta y la temperatura se desplomó a 0 grados. Germán estaba sin comida, con apenas una camiseta, un jersey fino y una toalla.
El accidente que hizo más trágica la desaparición de Germán
El temporal hizo casi imposible su búsqueda durante la primera noche. Pese a ello, se le estuvo buscando con silbatos y con perros. La niebla también dificultó las cosas los días siguientes.
Al grupo de rescate se fueron sumando efectivos como un helicóptero y el Grupo del Perro de Salvamento de la Ertzaina. Este era el único de este tipo que había en esa época en nuestro país.
Fue el quinto día cuando se produjo el fatal accidente entre el grupo de rescate. Eran 8 miembros pero solo cuatro podrían volver en helicóptero. A los demás, les tocaba un largo viaje en coche hasta Cangas de Onís.
Junto a los cuatro rescatadores iban el piloto, el mecánico y el responsable técnico de Protección Civil de Asturias. El helicóptero se estrelló nada más despegar falleciendo los 7 en el acto. Se da la casualidad que una de las fallecidas era Lourdes Verdes, madre de la presentadora Anne Igartiburu.
"El accidente añadió aún más dolor. No somos responsables directos de las muertes de esas personas, pero claro que nos hubiese gustado evitarlo", comentaba la hermana de Germán sobre el mismo.
Su familia se debatió entre mantener o no la esperanza de que Germán siga vivo
La realidad es que solo dos semanas después de la desaparición la madre de Germán ya no mantenía mucha fe. "Vivo ya no lo vamos a encontrar, no nos queda ninguna esperanza, pero sólo pido que aparezca el cadáver de mi hijo", decía en el ABC.
Pero su hermana Cristina hoy en día no cierra la puerta a que no perdiera la vida. "Como no hay ninguna prueba que confirme esa teoría, como no se encontró ni un resto, ni la mochila ni nada.... Cuando el cuerpo no aparece y no hay pistas ni rastro tienes que barajar otras posibilidades, como que no esté allí" Si lo lógico no se confirma, cualquier idea que te haga pensar que está vivo en algún lugar te la crees", relata en El Mundo.
De momento, no han querido pedir la declaración del fallecimiento tras los 10 años correspondientes. "Sería como admitir que está muerto. Hemos arreglado las cosas económicamente para que no sea un problema en el futuro. Pero no me lo he planteado siquiera. Para mí es como desenchufar al enfermo de la máquina", afirmaba.