El Euromillones ha puesto en juego un bote de 71 millones euros este martes, 16 de marzo. Una descomunal cantidad de dinero que le puede cambiar la vida a alguno de sus apostantes, como ya sucedió hace unos años.
Esto es lo que ya les pasó a Patrick y Frances Connolly en el 2019, cuando ganaron 133 millones de euros en esta lotería.
Esta pareja británica consiguió ganar una gran cantidad de dinero, pero lo que más llamó la atención no fue el premio que recibieron, sino lo que hicieron con él.
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La solidaria acción de Patrick y Frances Connolly
Patrick y Frances Connolly decidieron donar más de la mitad a organizaciones solidarias, a familiares, a amigos y a aquellas personas que más lo necesitaba.
Asimismo, fundaron dos entidades solidarias en Inglaterra: Kathleen Graham Trust y PFC Trust; hicieron una gran compra de tablets para 1.000 jubilados que estaban en el hospital en Navidad para que se pudieran comunicar con sus familias y le han pagado la totalidad de la escuela a un joven refugiado.
Este 2020 la mayor parte del capital lo han destinado en ayudar a quienes se encuentran en la primera línea de Covid-19. La pareja compró máquinas de coser nuevas para un grupo de personas que fabricaba equipos de protección personal para los trabajadores de la salud, les donaron comida caliente y cupones a los sanitarios. También donaron ordenadores a los alumnos más vulnerables de los institutos.
El sorprendente estilo de vida de la pareja tras ganar el Euromillones
Pero esto no ha sido lo único que ha destacado de la pareja británica. Más allá de su afán solidario, también ha sorprendido que el estilo de vida financiero del matrimonio no ha cambiado prácticamente nada a pesar de haber recibido 133 millones de euros.
Frances Connolly le ha explicado al diario 'The Times' que aún hoy, dos años después de recibir el premio, siguen guardando dinero en un bote con el objetivo de ahorrar y que cada gasto de las facturas habituales se mide al detalle para no malgastar.
Tanto ella como su marido buscan gangas y chollos en todas partes y siguen llevando un estilo de vida muy similar al que tenían antes de obtener los 133 millones de euros.
«Compruebo mi cuenta bancaria cada mes para comprobar lo que estoy pagando en las facturas de gas y de electricidad», ha destacado Frances.
La británica también ha explicado que sigue ahorrando monedas en una botella de Whisky que su padre le dio hace años y que cada vez que la llena destina ese capital a organizaciones benéficas.
«Me he sentido rica en otras facetas»
A pesar de que siguen llevando el mismo estilo que antes, la vida de la pareja sí que ha cambiado. Ahora dirigen tres empresas especializadas en plástico y una de ellas produce productos para el sistema sanitario público de Reino Unido.
No obstante, siguen manteniéndose como dos personas humildes y ganar mucho dinero no ha sido nunca su principal preocupación.
«En términos financieros nunca nos sentimos pudientes hasta que ganamos la lotería, pero siempre me sentí rica en otras facetas. Incluso cuando trabajaba largas horas cosiendo jerséis siendo una niña, me lo pasaba muy bien», ha señalado Frances.
Su primer trabajo fue ayudar a su madre a tejer jerséis para una empresa cuando a penas tenía nueve años. Volvía del colegio y se ponía a coser junto a su madre hasta las 23 horas. Tras esto trabajó en la tienda de bolsos de una amiga hasta que consiguió empleo en un hotel y allí estuvo hasta que se marchó para ir a la universidad.
Para ella lo más importante es lo que haces con tu vida, no el dinero que posees. «Tengo esta filosofía de vida: si tienes que hacer algo, ¿por qué no lo disfrutas? Vengo de un barrio pobre, pero nunca me sentí de esa forma. Cuando era niña no echamos nada en falta», ha finalizado la británica.