Un sanitario con un vial de la vacuna de AstraZeneca en una mano

Aumentan los casos de trombos detectados en España tras vacunarse con AstraZeneca

El Ministerio de Sanidad ha confirmado tres casos, de los cuales uno resultó en la muerte de una profesora

El Ministerio de Sanidad ha confirmado este miércoles, 17 de marzo, que en España ya se han producido varios casos de trombos en personas que se habían puesto la vacuna de AstraZeneca, cuyo uso se ha paralizado temporalmente hasta determinar qué papel juegan en el origen de estos casos. 

De los tres casos, el más grave fue el de una profesora de Marbella (Málaga), de 43 años, que terminó falleciendo a causa de un ictus isquémico con transformación hemorrágica derivado de los trombos. La mujer falleció diez días después de haber recibido la dosis.

El otro caso que se conoce fue una enfermera de Salamanca de 26 años que acabó en Urgencias con un trombo, pero que se recuperó. Sobre el tercer caso no se conocen más detalles todavía. 

En el comunicado, Sanidad informa que «el 16 de marzo se registraron dos nuevas notificaciones de sospechas de reacciones adversas en la base datos FEDRA del Sistema Español de Farmacovigilancia que coordina la AEMPS: una persona con un ictus isquémico con transformación hemorrágica que, desgraciadamente, tuvo un desenlace fatal y una persona con trombosis venosa abdominal. Ambas se habían vacunado con la vacuna de AstraZeneca en los últimos 16 días».

Aun así, el ministerio recuerda que, de momento, solamente se han detectado tres casos entre las 975.661 personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca en nuestro país, por lo que el porcentaje estadístico entraría dentro de la normalidad de casos que podrían darse en la población general, con o sin vacuna

De todas formas, Sanidad reconoce que los tres casos se han asociado a una «disminución del número de plaquetas en sangre», que sí podría ser un efecto adverso de la vacuna y que es lo que se está estudiando. Si se confirma esta teoría, la vacuna de AstraZeneca podría producir «una activación anormal del sistema de coagulación», lo que derivaría, en algunos casos, en los trombos detectados. 

«La AEMPS, junto con el resto de agencias reguladoras y la EMA (Agencia Europea del Medicamento), está recabando más información y está llevando a cabo una investigación exhaustiva para saber si además de existir una relación temporal con la administración de la vacuna, hay una posible relación causal», ha explicado Sanidad. 

Vacunación suspendida 15 días

Tras conocerse el primer caso de trombos presuntamente relacionados con la vacunación de AstraZeneca en nuestro país, y tras la suspensión temporal de la administración de esta vacuna en varios países europeos, el Ministerio de Sanidad decidió tomar la misma medida y suspender estas vacunas durante 15 días para dar tiempo a que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tome una determinación sobre el uso de este producto. 

El martes, un día después, la EMA insistió en que era seguro utilizar la vacuna de AstraZeneca y que, en cualquier caso, los beneficios para la salud pública de esta vacuna superaban con creces los posibles riesgos que pueda entrañar.

Antes de que se suspendiese su utilización, en España se habían vacunado 975.661 personas con esta vacuna, todas ellas entre 18 y 55 años —en nuestro país se aprobó únicamente para esta franja de edad— y administrada en la mayoría de casos a personal de colectivos esenciales como médicos, bomberos, policías y profesores. 

La suspensión de esta vacuna supone que en las próximas dos semanas se van a vacunar en España a entre 400.000 y 500.000 personas menos de las previstas, lo que supondrá ralentizar todavía más el ritmo de vacunación.

La principal duda ahora será qué ocurrirá con las personas que ya habían recibido la primera dosis y que estaban a la espera de recibir la segunda en estos días. 

La buena noticia es que el suero de AstraZeneca tiene un margen mucho más amplio para inocular la segunda dosis que el de Pfizer, por ejemplo. En el caso de la vacuna afectada por la suspensión, la segunda dosis puede empezar a ponerse diez días después de recibir la vacuna, pero la principal diferencia es que puede ampliarse el periodo de espera para el refuerzo hasta las doce semanas.

Esto, en el caso de que Sanidad recupere la vacuna de AstraZeneca y retome el ritmo de vacunación, permitirá que las personas que han recibido la primera dosis puedan recibir la segunda dentro de los plazos marcados por la farmacéutica.

De hecho, cabe destacar que en el Reino Unido se tomó la decisión de retrasar poner esa segunda dosis para que más personas pudieran vacunarse con la primera, lo que ya aumenta la inmunidad de la sociedad aunque no hasta el 70% que da la segunda dosis. 

La decisión se tomó para proteger a más porcentaje de población aunque en menor grado, lo que las autoridades sanitarias británicas consideraron era lo más adecuado para enfrentarse a una pandemia y con la variante británica aumentando los contagios de nuevo. 

Reino Unido se quedó solo en esa estrategia y el resto de países prefirieron administrar las dos dosis lo antes posible, pero el caso británico demuestra que es posible retrasar la segunda dosis sin problemas. 

Gracias a esto, el país ya ha vacunado a más de 26 millones de personas con una primera dosis, aunque solo 1,6 millones han recibido la segunda, lo que parece haber funcionado porque el pico de la tercera ola se dio allí el 9 de enero, hace ahora dos meses, y desde entonces la curva de contagios ha ido siempre a la baja.