Fumar puede reducir de manera considerable la eficacia de las vacunas contra el COVID-19. Así lo demuestra un estudio desarrollado en Japón, en donde se analizaron muestras de sangre de 378 trabajadores sanitarios. Estas personas, de entre 32 y 54 años, habían recibido tres meses antes la dosis de Pfizer.
En esta investigación se comprobó que los niveles de anticuerpos eran inferiores en la gente de más edad. Esto era algo que avalaba estudios anteriores. Sin embargo, tras ajustar la edad, este equipo descubrió otro aspecto que había pasado desapercibido para la comunidad científica.
Tenían menos anticuerpos los varones y los que tenían el hábito de fumar con regularidad. Los responsables de este trabajo sospechan que las diferencias de anticuerpos en los sexos podría estar provocado por el consumo de tabaco en los hombres. Hay el doble de varones que de mujeres que lo hacían.
Otro detalle que deja el estudio es que los exfumadores no habían visto reducido el nivel de anticuerpos. Por lo tanto, concluyen que "dejar de fumar antes de la vacunación puede mejorar la eficacia individual de la vacuna de Pfizer".
Los encargados de esta investigación reconocen que no hay datos lo suficientemente fuertes para establecer una relación entre el tabaco y la vacuna. Entienden que serán precisos más estudios sobre el tema antes de poder extraer conclusiones sólidas. También quedan a la espera de que otro grupo de expertos analice estos resultados y lo puedan dar por bueno.
Otros estudios analizan el riesgo del tabaco con la vacuna
Este estudio llevado a cabo en Japón no es el primero que aborda la relación entre fumar y la pérdida de anticuerpos tras la vacuna. Con anterioridad, en abril, ya se publicó un trabajo en la revista Diabetes/Meatabolism Research and Reviews.
Se investigó a 86 trabajadores sanitarios de un centro médico de Roma que habían recibido las dosis de Pfizer. Para ello se les tomaron muestras de sangre antes de la primera vacuna, y también unas semanas después de la segunda. De esa manera se podía conocer con más detalle las respuestas de los anticuerpos.
Pudo comprobarse que aquellas personas que solían consumir tabaco con regularidad presentaban menos anticuerpos en el organismo. Algo que llamó mucho la intención de los responsables de este trabajo.
Por lo tanto, concluyen que abandonar el tabaco con anterioridad aumentará la eficacia de las vacunas y estaremos más inmunizados. El riesgo de contagiarse por coronavirus será mucho menor entre los que hayan dejando de fumar.
Un nuevo avance en las investigaciones que vuelve a dejar en mal lugar al tabaco.
Desde el comienzo de la inmunización se han ido analizando algunas de las reacciones que provoca la vacuna. Las más conocidas suelen ser la fatiga, la fiebre o molestias en el brazo. Pero con el tiempo han surgido nuevos efectos secundarios, algunos de ellos bastantes preocupantes.
Hay que destacar en este sentido el herpes zoster o el brazo covid. Este miércoles la Agencia Europea del Medicamento anunciaba tres nuevas secuelas vinculadas con las vacunas de Moderna y Pfizer. Una reacción cutánea que aparece en la piel, el eritema; la glomerulonefritis; y el síndrome nefrótico, que afecta a los riñones.
Este organismo todavía no ha aclarado cuántos casos se han detectado. De momento han reclamado más detalles a las farmacéuticas para comprobar si tienen relación con la vacuna. Cuando disponga de esta información será el momento de profundizar aún más en la situación.
En cualquier caso, tanto desde la OMS como desde la EMA recuerdan que los beneficios de la vacuna son superiores a los riesgos. Incluso si optamos por seguir fumando o llevando unos hábitos de vida poco saludables.