Una fuerte explosión ha sacudido este lunes el céntrico hotel barcelonés Petit Palace. La policía autonómica catalana, los Mossos d'Esquadra, han acordonado la zona y están investigando qué ha podido pasar. En los momentos de la explosión y después se han vivido escenas de miedo y tensión.
El impacto de la deflagración y el hecho de no conocerse el origen de la misma han creado una gran confusión. En las calles cercanas se han vivido momentos de tensión. Pero según una información de última hora, la explosión se habría debido a causas fortuitas y no a un acto intencionado.
Con toda la prudencia, la policía descarta por ahora que se trate de un atentado terrorista. Se maneja más bien la hipótesis de un desafortunado incidente, aunque los agentes aún están a pie de terreno investigando las causas. La investigación sigue abierta, aunque de momento no ha trascendido nada más.
Según fuentes de la policía y emergencias, no hay que lamentar heridos ni daños estructurales graves. La explosión ha tenido lugar en un hotel muy céntrico de la capital catalana. Concretamente en Las Ramblas, justo al lado del famoso mercado de la Boqueria.
Una primera hipótesis sobre la mesa
Según los primeros testigos, minutos antes del desastre se ha visto lanzar fuegos de artificios desde un edificio cercano. Este podría ser el origen del accidente, aunque aún no ha sido confirmado por los agentes. Están intentando recabar información y estrechar el cerco sobre los posibles causantes.
A las 12 del mediodía, los Mossos han recibido el aviso de una deflagración en el centro de Barcelona. A continuación han procedido a hacer un perímetro de seguridad en la zona. La prioridad era proteger a las personas que pudieran estar en peligro en aquellos momentos.
Conscientes de que todas las posibilidades estaban abiertas, los Mossos han desplegado un gran número de efectivos sobre el terreno. Hasta el lugar del accidente se han desplazado miembros del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), de la Brigada Móbil (BRIMO) y de Seguridad Ciudadano.
Se ha procedido al desalojo del hotel mientras se iniciaba una investigación para esclarecer el origen. Según fuentes de El Periódico, nada parece vincular esta explosión con los atentados de 2017. El 17 de agosto de aquel año, una cadena de actos terroristas en Cataluña acabó con decenas de muertos.
Atentados del 17-A en el recuerdo
Inevitablemente, al escuchar la explosión ha sido inevitable recordar los ataques terroristas de hace cuatro años. Tras unas primeras pesquisas sobre el terreno, los agentes han descartado esta opción. Todas las hipótesis siguen abiertas, pero la posibilidad de un acto intencionado pierde mucho peso.
Hoy hace justo cuatro años que explotó la casa de Alcanar con dos yihadistas dentro. Horas después tuvo lugar el atropello masivo en Las Ramblas de Barcelona, que dejó varios muertos. Aquello dejó un gran trauma en la sociedad catalana y española, pero sobre todo en la ciudad de Barcelona.
En estos momentos, la última noticia es que no hay heridos graves y que no hay que lamentar daños estructurales graves. Los Bomberos han trabajado para controlar los posibles efectos de la detonación. Varias dotaciones han trabajado codo con codo con policía y emergencias.
Alarma en redes sociales
Apenas se ha conocido la noticia, por las redes sociales han empezado a circular vídeos con las primeras imágenes de las calles de Barcelona. Esto ha generado una cierta alarma social en los primeros instantes. Esta solo se ha visto rebajada por los primeros comunicados policiales.
"Se descarta un atentado terrorista y la principal hipótesis indica que se podría tratar del uso de pirotecnia en la calle", decía el comunicado de Mossos. Por redes sociales se siguen compartiendo imágenes y noticias de última hora, como es habitual en este tipo de sucesos.