Calle vacía durante el toque de queda por el coronavirus

Francia se avanza a España y marca el camino: cierre total

El país vuelve a tener más de 40.000 contagios diarios

La epidemia de coronavirus vuelve a complicarse en gran parte de Europa con la llegada de la cuarta ola, como en España ya estamos viendo en los últimos días. En otros países, esta nueva oleada está mucho más avanzada y las autoridades siguen tomando medidas que intenten parar esta situación, como Francia. 

El presidente francés, Emmanuel Macron, decretó ayer miércoles, 31 de marzo, un nuevo cierre total en todo el país para frenar la curva de contagios, ya que Francia ha vuelto a notificar más de 40.000 contagios nuevos diarios durante varias jornadas consecutivas en los últimos días. 

El avance de esta nueva ola está descontrolado en el país vecino, lo que ha obligado al presidente a ampliar las restricciones que se aplicaban en 19 departamentos a todo el territorio francés. 

Durante prácticamente todo el mes de abril, del día 3 de abril al 2 de mayo, en toda Francia regirá un toque de queda que empezará a las 19:00 horas y que obligará a todos sus ciudadanos a estar en casa salvo por una causa debidamente justificada.

Además, el gobierno francés cierra toda la hostelería y los comercios no esenciales durante todo el mes, mientras que a las empresas les exigirá que implanten el teletrabajo siempre que sea posible.

«La situación es más peligrosa que en otoño, porque el virus es más contagioso y más mortífero», justificó Macron para tomar toda esta batería de medidas, ya que no es la primera vez que se aplican en todo el país. Lo mismo ocurrió en noviembre, cuando se notificaban casi 80.000 contagios diarios en el país, por lo que este sería el tercer gran confinamiento de Francia en toda la pandemia.

A las medidas se le suma también la prohibición de los desplazamientos no justificados por su territorio, limitando el área de movilidad a 10 kilómetros desde el lugar de residencia, aunque durante este próximo fin de semana sí se permitirán los desplazamientos a segundas residencias. 

Los estudiantes franceses también van a sufrir el envite de esta nueva ola porque desde el 3 de abril quedan cerrados todos los colegios durante al menos tres semanas. De esta forma, las vacaciones de primavera se alargarán tres semanas y los alumnos de infantil y de primaria podrán volver a clase el 26 de abril, si no hay prórrogas de restricciones. 

Los alumnos de secundaria y bachillerato también tendrán vacaciones hasta el 26 de abril, pero en su caso, el retorno a las clases será de manera virtual hasta el 3 de mayo, fecha fijada para la vuelta a las clases presenciales.

Francia al borde del precipicio

La situación en Francia con el coronavirus se ha vuelto a convertir en insostenible ante el aumento de casos y a pesar de que es uno de los países europeos que ha tomado medidas más duras durante todo el invierno, con dos confinamientos totales y cierres prácticamente de todos los sectores no esenciales. 

Actualmente, el país galo es el territorio europeo con más casos notificados de coronavirus desde el inicio de la pandemia, superando los 4,6 millones de positivos. Además, ya es el cuarto país de todo el mundo en número de casos, superando a Rusia, que hasta ahora acumula 4,5 millones de casos. 

Las cifras de fallecidos tampoco dejan de subir y Francia ya se acerca a las 100.000 personas fallecidas por el coronavirus, concretamente con algo más de 95.000, pero notificando más de 300 diarios en las últimas jornadas. 

Todo ello ha provocado que los hospitales hayan vuelto a un punto de saturación casi insostenible. Actualmente hay casi 5.000 franceses ingresados en la UCI, lo que está suponiendo un sobre esfuerzo para el sistema sanitario francés. 

Con todas estas medidas, la intención del Ejecutivo galo es «ganar tiempo» a la pandemia y a la vacunación. Al menos 8,5 millones de franceses han recibido ya una dosis de la vacuna, lo que supone aproximadamente un 12,6% de su población, un porcentaje insuficiente para garantizar la inmunidad de rebaño.

Por esta razón, la prioridad ahora es proteger a la población mayor de 60 años durante unas semanas más y dar tiempo a que se las pueda vacunar con al menos una dosis, lo que haría mejorar muchísimo la situación en los hospitales al acoger menos casos graves de la enfermedad.