Un mes después del trágico suceso que tuvo lugar en Elche, Alicante, todavía perdura entre los vecinos el escalofrío. Todos los miembros de una familia fueron asesinados a sangre fría por el hijo mayor de tan solo 15 años.
Ocurrió el pasado 8 de febrero cuando la madre le castigó sin Internet por sus malas notas. El menor decidió acabar primero con la mujer y después con su hermano de 10 años que intentó huir. Más tarde, esperó a su padre que venía de trabajar y lo mató de tres tiros.
Mató a toda su familia a tiros
La tragedia se desencadenó en Elche hace un mes cuando toda una familia fue acribillada a balazos por el hijo mayor. Este había tenido una discusión con su madre por sus malas notas y le amenazó con dejarle sin wifi si seguía así.
El menor se marchó a su habitación muy enfadado y minutos más tarde regresó a la cocina donde disparó dos veces contra su madre. "Subí a mi habitación, me puse a pensar y cogí la escopeta, disparé dos veces a mi madre uno por la espalda y luego la rematé", confesó.
Su hermano pequeño de 10 años también se encontraba en el domicilio y salió corriendo al oír los disparos. Intentó huir, pero el adolescente logró dispararle una vez terminando así con su vida. Después, dejó pasar las horas hasta que su padre llegó de trabajar, momento en el que le asesinó con tres disparos.
Con todos los miembros de su familia muertos, decidió ocultar los cadáveres en el cobertizo y continuó su vida como si nada. Seguía hablando con sus amigos y haciendo las mismas rutinas de siempre.
Tres días después, una tía suya y una vecina decidieron acudir al domicilio al no haber recibido noticias. Fue entonces cuando confesó los asesinatos y llamaron a la Guardia Civil.
Tenía fotos de los cadáveres en el móvil
Una de las cosas más escalofriantes de este caso, es la actitud tan fría que presentaba el adolescente cuando confesó los crímenes. Estuvo durante tres días conviviendo con los cuerpos mientras jugaba a los videojuegos.
Además, se hacía pasar por su madre contestando por ella los mensajes de Whatsapp que esta recibía. Pero no solo eso, tal y como apuntaron desde La Sexta, el joven había realizado fotografías de los cuerpos sin vida de su madre, padre y hermano pequeño.
Las instantáneas fueron descubiertas en el teléfono móvil del padre. Los cuerpos fueron apilados en el cobertizo del jardín y justificó su ausencia afirmando que estaban confinados por coronavirus.
Cuando su tía se acercó al domicilio, le impidió la entrada afirmando que estaban todos dormidos. Al ver que esta se resistía a marcharse, le confesó el triple crimen. "He matado, a papá, a mamá y a mi hermano", dijo sin inmutarse.
De hecho, hasta le enseñó una de las fotografías volviendo a insistir en lo que había hecho. "Mira, los he matado", anunció con el móvil en la mano y la terrorífica fotografía de los cuerpos.
Los investigadores trataron de entender qué motivó al joven a terminar con la vida de toda su familia y si su afición a los videojuegos pudo influir. A primera vista, se trataba de un adolescente normal y corriente, tímido, pero con una actitud algo cínica.
Admitió los asesinatos con total frialdad y sin ningún tipo de remordimiento. Tras declarar ante la Fiscalía de Menores, fue trasladado a un centro de internamiento de menores en régimen cerrado. Le realizaron exámenes psicológicos y está sometido a medidas socioeducativas.