El partido de Santiago Abascal la ha vuelto a liar en redes sociales. La cuenta oficial de Vox en Twitter publicó recientemente una fotografía que ha generado mucha polémica entre los usuarios, tanto por su significado como por su uso ilegítimo.
La fotografía se trata de un montaje en la que se aprecia la Gran Vía de Madrid completamente vacía de viandantes, pero repleta de ataúdes con la bandera de España.
Los féretros han sido añadidos con Photoshop para representar los miles de fallecidos a raíz del coronavirus, una tragedia que, según el texto que acompaña a la publicación, «el Gobierno y sus satélites mediáticos pretenden ocultar».
El aluvión de críticas hacia la formación verde y su líder no han cesado desde entonces. Muchos los acusan de sacar rédito político de una tragedia que está afectando a millones de personas en todo el mundo, llegando incluso a solicitar la ilegalización del partido.
Incluso algunas críticas proceden de sus propios simpatizantes. «Habéis perdido a un votante», comentaba un usuario en la publicación.
Denuncia del autor
Pero sin lugar a dudas el comentario que más repercusión tuvo fue el del propio autor de la fotografía original, previamente a que le añadieran por edición digital los ataúdes.
Se trata del fotógrafoIgnacio Pereira que comentó en la publicación exigiendo la retirada de la imagen. «Soy el autor original de esta fotografía y exijo que retiren cuanto antes esta publicación. No pueden interpretar una obra a su gusto».
Mientras tanto, el partido liderado por Santiago Abascal se mantiene firme en su decisión de no retirar la imagen, argumentando que ellos no la han modificado, simplemente la han compartido.
Ante la negativa de Vox de eliminar la polémica fotografía de sus redes sociales, el fotógrafo ha presentado un escrito legal dirigido a Macarena Olona, como secretaria del grupo parlamentario en el Congreso, y al vicesecretario de Comunicación de esta formación política, Manuel Mariscal.
El fotógrafo no piensa tolerar esta manipulación de su obra original y exige la retirada inmediata de la imagen, así como el compromiso por escrito de la formación de que pondrán todos los medios a su alcance para evitar la utilización de imágenes, fotografías y otras creaciones suyas que estén protegidas por la legislación vigente.
De no recibir noticias del partido en cinco días, la defensa del fotógrafo está dispuesta a llegar a los tribunales y exigir «la debida indemnización y compensación por los daños y perjuicios económicos y morales causados en el prestigio de su obra».