Imagen de Luís Frontela en su despacho de Sevilla

El informe forense que daría un vuelco al caso Lucía Vivar: «La pusieron allí»

Ha obtenido sus hipótesis mediante un viaje a Málaga en el que recorrió el trayecto hecho por la niña metro a metro

Imagen de Luís Frontela en su despacho de Sevilla
Luís Frontela, el forense de prestigio que duda del caso de Lucía Vivar | GTRES

 

El 27 de julio de 2017 aparecía, junto a las vías del tren que conecta Álora con Pizarra, el cadáver de Lucía Vivar, una menor de 3 años ( Málaga).

Según Luís Frontela, forense de gran prestigio en nuestro país que ha participado en el caso de las niñas de Alcàsser, la niña podría haber fallecido casi una hora antes de que fuera atropelladapor el tren al cual se le acredita el fallecimiento.

Según el forense, Lucía podría haber muerto a las 5.53 de la mañana. Esta información, en principio, casa con la valoración hecha por el informe toxicológico, que fijaba la hora de la muerte entre las 5 y las 7 de la mañana.

Una gran duda que condiciona al caso es que el tren, el cual habría acabado con la vida de la menor, no pasó por donde se encontró su cadáver hasta las 6.45 de la mañana. Casi una hora después de la hora que estipula Frontela.

Su viaje a Málaga

 El forense fue a Málaga. Recorrió el camino que, según los primeros indicios, habría recorrido Lucía, sola y de madrugada. Luís Frontela  recorrió los metros que hay desde la terraza del bar en el que se le pierde la pista hasta el lugar exacto de su hallazgo.

Sus pesquisas hacen pensar que algo falta por saber. «La niña estaba desangrada totalmente. Sólo se hallaron restos de sangre junto a la vía del tren, pero no toda la sangre que hay en un cuerpo. La niña murió en otro sitio y la pusiero allí. En la cabeza presentaba dos golpes», afirmaba el forense.

Además, añade que «es imposible que una niña de esa edad hiciera sola ese recorrido. Imposible. Ese caso se ha cerrado en falso».  Si las hipótesis del forense son ciertas, se trataría de un caso de asesinato.

Crimen de Alcàsser

Otro de los famosos casos en los que ha tenido participación el forense es en el crimen de Alcàsser, que conmocionó a todo el país en 1992. En una pequeña localidad de la Comunidad Valenciana, tres jóvenes son secuestradas, todas ellas menores.

Muy pronto se inicia la búsqueda de las tres chicas llamadas Desireé, Antonia y Miriam, las cuales habían desaparecido juntas en su trayecto a una discoteca de Picassent, una localidad muy próxima a Alcàsser.

Se culpó a Miguel Ricart y al desaparecido Antonio Anglés. Miguel Ricart confesó el crimen y fue encarcelado a 24 años de prisión. Tras casi 30 años del crimen, muchos interrogantes aun sobrevuelan los acontecimientos acaecidos en los asesinatos de las menores. Sobretodo, su autoría.