Florin, un trabajador de 42 años, ha muerto en Valencia tras precipitarse de una atracción multiaventura de cuatro metros. Ocurrió el domingo por la tarde en un incidente que está siendo investigado por la policía. El operario quedó en muerte cerebral y finalmente se confirmó su fallecimiento.
Los hechos tuvieron lugar el domingo a las 19:45 horas, en la explanada de Nuevo Centro de Valencia. Se trata de una plaza ubicada entre las avenidas Menéndez Pidal y Pío XII. El operario cayó de una de las atracciones, desde una altura de cuatro metros, y se golpeó la cabeza contra un bordillo.
El impacto le provocó un grave traumatismo craneal que le condujo a la muerte cerebral y, finalmente, falleció. Según las primeras pesquisas, en el momento del accidente no llevaba el casco y el arnés no estaba atado a la línea de vida. Ahora los hechos están en manos de la Policía Nacional.
Así ocurrió el fatal accidente
Florin es un trabajador rumano que llevaba siete años trabajando para esta empresa de atracciones multiaventura. El pasado domingo se subió a la plataforma para recoger a unas niñas que bajaban de la tirolina. Llevaba años desempeñando este trabajo, a pesar de no contar con ningún curso de monitor.
El operario cayó de espaldas golpeándose la cabeza contra el bordillo y quedando en el suelo sin conocimiento. Al instante entró en parada cardiorrespiratoria y los testigos del suceso avisaron a emergencias. Un vigilante y dos montiores le hicieron las primeras maniobras de reanimación.
Para ello utilizaron un desfibrilador semiautomático que se encuentra en las instalaciones. Luego llegó el personal del SAMU, que retomó las labores de reanimación hasta que lograron recuperar las constantes vitales. De ahí fue trasladado al Hospital La Fe en una ambulancia de soporte vital avanzado.
Llevaba años en la empresa
Florin llegó al hospital con vida pero muy grave, debido a las lesiones en la cabeza. Horas después, los médicos informaron a los familiares que el hombre había entrado en muerte cerebral y por la mañana confirmaron su fallecimiento. El juzgado de guardia abrió diligencias para depurar responsabilidades.
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Según informa Levante-EMV, Florin llevaba siete años en esta empresa de multiaventura. Empezó limpiando platos en campamentos para niños, y luego pasó a realizar labores de monitor y supervisión de una atracción con tirolina. Fue en esta atracción donde tuvo lugar la caída mortal.
Florin se encargaba de la supervisión de esta atracción ubicada en la explanada de Nuevo Centro desde hace seis años. También controlaba otras atracciones montadas en otros centros comerciales y zonas de ocio de la ciudad. A pesar de la experiencia, no tenía ninguna titulación para esta actividad.
No llevaba el arnés
Ahora están investigando lo ocurrido para esclarecer las posibles responsabilidades. Tras el accidente, los agentes hablaron con los testigos presenciales para conocer de primera mano las circunstancias. También comprobaron las medidas de seguridad del parque para detectar posibles negligencias.
Las instalaciones quedaron precintadas para que la policía científica pudiera realizar su trabajo. La investigación se encuentra en un punto inicial, aunque parece que el operario no activó la sujeción para impedir la caída. De momento, la policía no ha podido aclarar si hubo alguna negligencia.
Según marcan las normas, tanto los niños como los monitores tienen que ir equipados con cascos y arneses de protección. El lugar del accidente es un espacio cedido por el centro comercial a una empresa que gestiona la atracción. La empresa cumplía con todos los requisitos administrativos y de seguridad.
La versión de la empresa
La compañía ha lamentado lo ocurrido a través de un portavoz, y lo ha definido como un desgraciado accidente. Aseguran estar consternados y muy afectados por la tragedia, pero descartan valorar las circunstancias del suceso. Prefieren dejarlo en manos de la policía y de la justicia.
Según han explicado, Florin contaba con una larga experiencia como monitor ya que llevaba muchos años desempeñando esta labor. Añaden que la compañía se había preocupado por proporcionarle todos los elementos de seguridad. Su prioridad, dicen, es garantizar la máxima seguridad para sus operarios.
El monitor murió al caer desde una altura de cuatro metros delante de los niños, algunos de los cuales quedaron muy afectados. El recinto permanece ahora cerrado mientras se lleva a cabo la investigación policial. Una vez concluida la instrucción abrirá de nuevo sus puertas, con todas las garantías de seguridad.