Desde la entrada de Macedonia del Norte en 2020, ningún país ha vuelto a ingresar en la OTAN. Actualmente, treinta países forman parte de la Alianza Atlántica. Sin embargo, esta situación podría cambiar próximamente.
Finlandia y Suecia, dos países históricamente neutrales, planean empezar a formar parte de la Organización a partir de junio. El escenario elegido para que ambos países se añadan a la OTAN sería la cumbre de Madrid.
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Entre otras incorporaciones recientes a la OTAN, se encuentran la de Montenegro, en 2017 o la de Albania y Croacia, en 2009. En 2004 se dio una adhesión a gran escala, con la anexión de Bulgaria, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia, Lituania y Rumanía.
Las implicaciones inmediatas de la anexión de Suecia y Finlandia
El secretario general de la Alianza Atlántica aseguró hace unos días que si ambos países solicitan el ingreso, "entrarán fácilmente". Unas declaraciones que podrían haber puesto en alerta a Vladímir Putin. Y es que el diario británico Daily Mail ha publicado un vídeo en el que aparecen dos convoyes rusos que supuestamente se dirigen hacia la capital finlandesa.
Rusia ha advertido del riesgo que supone esta unión para Finlandia y Suecia. Pablo del Amo, coordinador de Descifrando la guerra, cree que la anexión "sería un cambio muy importante en todo el espacio de seguridad europeo porque en el caso de Finlandia es quizás el país que mejores relaciones tenía con Rusia".
No obstante, "el caso de Suecia es diferente", explica. "Desde hace años están aumentando sus tensiones con Moscú, y desde hace un año y medio además está incrementando bastante su inversión en Defensa". "Finlandia no tenía tensiones con Rusia, Suecia sí", concluye el analista.
Preguntado por la reacción de Putin ante una entrada inminente de ambos países a la Organización, Del Amo considera que "evidentemente no va a atacar estos países, pero sí son dos Estados que se unen a su 'enemigo', que es la Alianza Atlántica".
Además, advierte de las consecuencias económicas que podría traerle esta unión a Finlandia. "Básicamente es una escalada de las tensiones entre Rusia y Europa". El objetivo final, explica, es romper lazos con Rusia "para aislarla cada vez más".
La postura de Finlandia frente a una posible entrada
Astrid Portero, investigadora y analista del European Council of Foreign Relations, ha asegurado que no se puede comprender el posicionamiento del país nórdico "si no se entiende primero qué ha significado estar haciendo frontera con Rusia". Ha apuntado que este hecho ha definido a una sociedad y a una forma de gobernar. "En los finlandeses de más de 35 años se nota ese componente de ser vecinos de Rusia. Hay que poner las cosas en su contexto", afirma.
Portero ha añadido que "el hecho de que la cuestión de la OTAN esté en debate parlamentario porque se han recogido las firmas necesarias entre los ciudadanos ya dice mucho del cambio de opinión que ha habido en los últimos meses". "Es la primera vez que hay una clara mayoría ciudadana que apoya la adhesión", ha señalado la analista.
No obstante, ha especificado que todavía no hay nada claro. "Esto no quiere decir que se vean dentro, sino que están 'explorando' para que llegado el momento sea un acceso rápido".
La opinión pública en los dos países parece haber cambiado tras el conflicto en Ucrania. Antes del inicio de la guerra, tan solo el 25% de la población apoyaba una posible entrada en la OTAN. Ahora, este porcentaje llega al 84%. Podría ser que este 2022 fuese el año en que ambos países dejen de lado la neutralidad que los había caracterizado hasta ahora.