Fernando Simón, en una compareixença a la Moncloa

La triste historia que esconde Fernando Simón: Es huérfano

Actualmente Fernando Simón está casado con María Romay-Barja, community manager de la Red de Investigación Cooperativa en Enfermedades Tropicales (RICET) en el Instituto carlos III. Tienen hijos en común y suelen practicar el baloncesto

Fernando Simón, director desde 2012 del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, es el hombre que cada día nos informa sobre el estado de España frente al coronavirus en los medios de comunicación. Pero, ¿qué sabemos sobre él

Simón nació en Zaragoza  en 1963. Es uno de los seis hijos que tuvo Antonio Simón —reconocido psiquiatra en Zaragoza— con su mujer Mariluz Soria. Según han declarado al medio ‘El Español’ conocidos de la familia, los hijos del matrimonio resultaron: «muy formalitos, muy buenos. Nunca dieron un ruido».

Según afirma el citado medio, la familia se desplazaba a Caspe  durante las vacaciones y todos ellos, los seis hermanos, fueron educados en colegios del Opus. Los hermanos en una escuela para niños —el Montearagón— y las hermanas en una escuela para niñas —el colegio Sansueña—. Para ser específicos, Fernando Simón pertenece a la promoción de 1981, año en el que ingresó en la universidad.

Residían en una buena zona de la capital maña, en el Paseo de Sagasta, en un edificio con pisos muy espaciosos, tanto que además de vivienda, Antonio Simón, cabeza de familia, pasaba consulta médica a sus pacientes.

Si hay algo que vincula a todos los hermanos, más allá de tener a los mismos padres, es la pasión por la medicina. En particular, Fernando Simón estudió en la universidad pública y obtuvo una licenciatura  a finales de los ‘80.

Tras terminar sus estudios, sus primeros pasos fueron haciendo sustituciones en localidades pequeñas y pueblos de la provincia de Huesca. También cubría urgencias domiciliarias en su ciudad natal, según ‘El Español’.

Poco después de licenciarse, tan solo un año, viajó a África donde, en muchas ocasiones, realizó tareas sanitarias a modo de voluntariado. Pasó por países como Somalia, Mozambique, Togo o Tanzania, entre otros ya que permaneció en el continente africano durante ocho años.

Durante ese tiempo también se fue a Inglaterra  durante dos años a formarse, y posteriormente, pasó a América latina, más concretamente a Ecuador y Guatemala. Allí estuvo hasta inicios del año  2000.

Pasó a París, y ejerció como epidemiólogo en el Instituto de Vigilancia Sanitaria. Fue en el año 2003  cuando regresó a España, a Madrid, y montó la Unidad de Alertas y Emergencias de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica.

No fue un estudiante brillante

Según la citada fuente, Fernando Simónno resultó ser un estudiante brillante, como sí lo fue su padre. A pesar de ello, la trayectoria  del actual miembro del Ministerio de Sanidad ha resultado extraordinaria. Las referencias que se han tenido sobre Simón del entorno con el que ha trabajado a lo largo de su carrera en la medicina son muy buenas, en parte gracias a sus conocimientos y su gestión.

Pese a ello, la crítica sobre la gestión del Gobierno con el coronavirus en España, dos meses después de sus primeras apariciones, ha sido en parte negativa. Puede ser lógico, pues es la persona que más ha salido ante la prensa a informar sobre la situación diaria frente al virus.

Una de las últimas polémicas que le ha sacudido es haber trabajado con Yolanda Fuentes, ex directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, la cual dimitió por voluntad propia al no querer avalar la petición de la comunidad para pasar a la fase 1.

Otra de sus grandes polémicas, y que le ha puesto en entredicho ante muchas personas, fue las declaraciones que tuvo al inicio de la pandemia, donde presagió que: «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado de coronavirus». Poco después, declaraba que: «Aún no se ha alcanzado lo peor».

El significado de Caspe en Fernando Simón

Como hemos dicho anteriormente, Fernando Simón y toda su familia han veraneado en la pequeña localidad de Caspe  —9.000 habitantes—. Pero cuando tenía poca edad, su madre falleció de un cáncer. En ese momento entraron en la vida de los hermanos la figura de los abuelos  con más fuerza que nunca.

El abuelo de Fernando Simón, también llamado Antonio Simón —como su padre— era veterinario y supuso un gran apoyo para él y sus hermanos. Según ‘El Español’, su abuelo dijo en más de una ocasión, entre risas, que su estado era relativamente bueno: «Sin tensión, ni colesterol ni nada, pero con seis nietos a nuestro cargo».

Fernando heredó el amor por la medicina de su padre, pero parte de sus hermanos heredaron el amor por la medicina animal, como su abuelo, y son veterinarios. Otro de sus hermanos, el menor, siguió también los pasos de sus antecesores y se estudió conocimientos de farmacia.

Sus dos hermanas también estudiaron, pero no estudios de carácter médico ni sanitario. Una de ellas es empresaria, mientras que la otra es profesora de Educación Física.

Tienen un chalé familiar donde siguen coincidiendo muchos de los hermanos en la localidad de Caspe. Cuando eran pequeños y cuando los compromisos académicos de los colegios del Opus se lo permitían, viajaban rápido a Caspe, de donde dicen de ellos que: «Son una familia muy maja».

La tragedia no se quería separar de Antonio Simón, el padre de los hermanos. Tras casarse con su segunda mujer, ésta también falleció  al cabo del poco de contraer matrimonio. Finalmente, encontró a una mujer que le aportó muchísima felicidad, con quien se casó y continua siendo habitual verles en eventos culturales en Zaragoza.

Según el citado medio, cuando Fernando Simón, a día de hoy, se refiere a su familia, incluyen a la esposa de su padre como «nuestros padres». Vecinos de la localidad dicen sobre ellos que: «Se entienden todos muy bien, se organizan muy bien».

Añaden que la familia sigue compartiendo la vivienda que, a inicios de los ‘70, su padre construyó en Caspe cuando atendía a pacientes del Centro Psiquiátrico que la Diputación Provincial hizo en Caspe.

Amantes del deporte acuático

Fernando Simón es amante de los deportes acuáticos. De hecho, siempre que puede practica windsurf en el club náutico de Caspe. Al igual que hacen sus hermanos. Pero si hay algo que es absolutamente sagrado para todos los miembros de la familia es el cumpleaños de Antonio Simón, el padre de familia. Según ha relatado el dueño del bar donde se reúnen para la cita: «Se reúnen treinta y tantos. Es una gran comida para toda la familia. Se juntan tres o cuatro generaciones para celebrar».

Un vecino ha añadido que: «Fernando es muy buena gente, muy buena persona. Me molesta cuando leo cosas, que se meten con él. Quien se meta con él es porque no lo conoce». «Es un tipo especial, es muy inteligente, muy constante, muy trabajador, para todo», reconocía un vecino a ‘El Español’.

Actualmente Fernando Simón está casado con María Romay-Barja, community manager de la Red de Investigación Cooperativa en Enfermedades Tropicales (RICET) en el Instituto carlos III. Tienen hijos en común y suelen practicar el baloncesto.

Fernando Simón en España

La imagen de Fernando Simón en su entorno es muy buena, pero para los españoles y para parte de los dirigentes políticos de este país, siempre quedará la frase que dijo horas antes de la Manifestación del 8 de marzo, el Día de la Mujer, cuando dijo que si su hijo le preguntaba si podía ir a la manifestación, le respondió que «hiciera lo que quisiera».

Esa misma noche, Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno manifestó en ‘La Sexta’ que: «reaccionamos tarde; no fuimos conscientes de lo que teníamos delante hasta la noche del 8 al 9 de marzo».

Ahora, el primer objetivo que tiene Fernando Simón es tratar de reducir al máximo el contagio y la mortalidad que ejerce el coronavirus  en España. Esperemos que lo consiga rápido mediante las medidas que se van aprobando.