Fernando Simón vuelve a estar en el foco de la polémica. Esta vez, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha causado una gran indignación por la mascarilla que llevaba en su última aparición. Un detalle que no ha pasado por alto para las expertas.
Preguntado sobre las mascarillas, Fernando Simón explicó que, en España, las higiénicas están reguladas por una normativa europea que exige que tengan un filtrado mínimo del 90%. Un momento que aprovechó para mostrar su mascarilla a las cámaras.
«Las mascarillas quirúrgicas tienen alrededor del 95% y las FFP” hacia dentro filtran un 98%, y hacia fuera algo menos del 95%», explicó Simón, intentando aclarar la normativa en torno a las mascarillas. «Las mascarillas higiénicas que se venden en España no están muy lejos de las mascarillas quirúrgicas o FFP2».
El doctor aclaró que no es lo mismo una mascarilla quirúrgica que una mascarilla de tela casera que no cumple las normas, «pero si los tejidos cumplen la norma, si los filtros que se utilizan cumplen la norma, no estamos muy lejos». Entonces, Simón cogió sus propias mascarillas y la enseñó a las cámaras, sin tener en cuenta un detalle.
El director de coordinación de emergencias, mascarilla en mano, hizo notar que «esto parece tela, pero dentro lleva un filtro interno». A continuación explicó que las mascarillas a veces no son lo que parecen y que a veces hay que conocerlas. «Si cumplen la normativa, probablemente son suficientes para controlar la transmisión», aseguró.
Inmediatamente, una conocida experta en redes como Boticaria García llamó la atención sobre las declaraciones de Fernando Simón, que definió como «una verdadera lástima». Criticó que Simón defendiera el uso de las mascarillas que cumplen la norma UNE0065 y al mismo tiempo mostrara su propia mascarilla con filtro como algo positivo.
Muestra su desconocimiento
Esas declaraciones «son una verdadera lástima y echan por tierra el trabajo de meses de pedagogía hecho por muchos divulgadores y por el propio ministerio de Consumo», según la experta. Y recordó que según la norma UNE0065, las mascarillas cumplen la normativa no llevan filtro: «Si en el mes de enero hace unas declaraciones de primero de pandemia mostrando el desconocimiento de la norma hecho por Sanidad y Consumo, apaga y vámonos».
Según Boticaria García, «estas declaraciones muestran un desconocimiento de la norma en la tercera ola por parte de la cara visible en esta pandemia». Por eso le ha pedido a Simón «que no contribuya a la desinformación y rectifique públicamente indicando que las mascarillas con filtro no cumplen la norma UNE006 que es la que se ha aprobado en este país para protegernos del virus».
No ha sido la única, ya que la farmacéutica y especializada en I+D e Industria, Gemma del Caño, ha recordado que la normativa no contempla las mascarillas que tienen filtro. Esta experta, Máster en Innovación, asegura que «aún no he visto filtros bien homologados», y cree que el gesto de Simón es «la forma de tirar por tierra en una sola frase todo lo que llevamos haciendo con las mascarillas».
Las mascarillas que no protegen
Las mascarillas se han consolidado como una de las principales herramientas para combatir el coronavirus, pero hay algunas cosas a tener en cuenta en cuanto a la eficacia. Desde hace meses, las autoridades sanitarias advierten que las mascarillas con filtro permiten que el aire se exhale a través de un agujero y esto puede causar que las gotitas respiratorias lleguen a otras personas. Por eso se consideran menos efectivas, y no entran en la normativa.
Por otro lado, la aparición de nuevas variantes de coronavirus más contagiosas ha obligado a advertir contra algunos tipos de mascarilla que no protegen suficiente. Recientemente, en Francia se ha avisado sobre la poca efectividad de las mascarillas de tela frente a las nuevas variantes de coronavirus.
Eso ha abierto un nuevo debate en torno a las mascarillas, sus características y su eficacia. Algo que llevó a Fernando Simón, uno de los principales responsables de Sanidad durante la pandemia, a explicar de nuevo la normativa sobre las mascarillas, sin reparar que, al enseñar la suya, se estaba dejando en evidencia.