Montaje de Carlo Mosca, el médico italiano detenido por administrar médicamento letal a sus pacientes

Detienen a un médico que dio un producto letal a pacientes Covid para que fallecieran

Las autopsias de los cadáveres revelaron la presencia de un fármaco anéstesico

Carlo Mosca, un médico italiano, ha sido acusado de suministrar fármacos con efecto anestésico y bloqueante neuromuscular de forma intencional a pacientes con coronavirus, provocando la muerte de dos de ellos. 

El sanitario ha sido detenido este lunes, 25 de enero, ha sido acusado de homicidio voluntario y ha sido puesto bajo arresto domiciliario. Además, ha sido suspendido de su puesto de trabajo. 

Aunque los hechos no han trascendido hasta este momento, todo sucedió el pasado mes de marzo cuando estalló la pandemia, los centros médicos estaban colapsados y Carlo Mosca ostentaba el cargo de jefe de urgencias del hospital de de Montichiari, en Brescia (Italia).

Unas semanas después, las autoridades empezaron a sospechar que algunas de las muertes que tuvieron lugar en la sala de emergencias de una clínica de la provincia fueron causadas de forma consciente por uno de los doctores. Fue entonces cuando la policía italiana empezó a investigar y recabar información. 

«Las estoy matando solo para liberar camas»

Tras analizar la historia clínica de diversos pacientes que estuvieron ingresados en el hospital de Montichiari durante el mes de marzo descubrieron que en algunos casos se produjo un repentino agravamiento de la salud y que no tenía ninguna explicación. 

Por este motivo, las autoridades italianas decidieron exhumar tres de los cuerpos de estas personas y someterlos a autopsias y análisis toxicológicos. 

Las pruebas revelaron que dentro de los tejidos y órganos de uno de los cadáveres había presencia de un fármaco anestésico y relajante muscular.

A pesar de que hubo una tercera persona fallecida por el suministro del anestésico, los investigadores no pudieron comprobar que Carlo Mosca fuera el responsable porque el cuerpo del paciente fue incinerado.

En los otros dos cadáveres sí que se puedo realizar la autopsia y en ambos casos se detectó presencia de drogas en los tejidos.

Según la información que ha proporcionado el medio local 'Il Giorno', este medicamento se usa comúnmente en los procedimientos de intubación y sedación. Sin embargo, si se administra fuera de los procedimientos y sin las dosis específicas puede provocar la muerte. 

Un fármaco que, además, no consta en el historial médico de los fallecidos. En cambio, sí que ha sido registrado en los pacientes que fueron intubados. Este hecho aumenta las sospechas sobre que el sanitario sea el responsable de la defunción de dos personas y de un delito de falsificación de documento público. 

También han trascendido nuevos detalles de la investigación que también posicionarían a Carlo Mosca como culpable. Ha salido a luz un chat con dos enfermeras a cargo del doctor en el que admiten que fue él quien dio orden de administrar el medicamento.

«¿Te pidió que administraras las drogas sin intubarlas?», preguntó una de ellas en la conversación. «No, las estoy matando solo porque quiere liberar la cama», respondió la otra. «Esto es una locura». 

Además, Carlo Mosca «se acercó a los miembros del personal» del hospital tras conocer los resultados de las autopsias «para acordar una versión conveniente de la historia, incluso instándolos a declarar falsedad». 

Los compañeros de Carlo sabían que estaba administrando un fármaco letal

La mayoría de compañeros del doctor conocían su manera de actuar, «con la administración de medicamentos para intubar sin hacerlo y fuera de cualquier protocolo o pauta», pero ninguno se atrevió a denunciarle ni informó de la situación «a la dirección sanitaria competente» hasta el 23 de abril. 

La conclusión a la que han llegado las autoridades italianas por el momento es que el «fuerte estrés» al que se vio sometido el doctor cuando tuvo que «afrontar la creciente afluencia de casos de Covid» derivó en que decidiera «administrar drogas prohibidas a los pacientes más graves, con el objetivo de acelerar su muerte, falsificando los datos contenidos en las respectivas historias clínicas».