Después de una pandemia como la que se ha vivido en todo el mundo resulta natural que la mayoría de la gente solo piense en ponerle un punto y final. La población no ve otro objetivo que el de dejar los confinamientos a un lado y disfrutar del verano como no podían haber hecho hasta la fecha, sobre todo después de que en la mayoría de lugares las actividades se vieran limitadas el curso pasado. En aras de que las decisiones tomadas hasta la fecha tengan un sentido en el plan de prevención, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha pedido al Gobierno: prudencia.
A pesar de que la premisa desde la opinión sanitaria es firme, lo cierto es que el gobierno no deja de incentivar con iniciativas como la apertura de fronteras, la necesidad de que el sector turístico vuelva a recuperarse y ser parte fundamental de la estructura económica española. «Yo creo que no es un problema de que se pueda venir o no de Reino Unido y que los riesgos asociados se pueden controlar. Yo creo que, desde el punto de vista de los técnicos, el problema es la euforia» argumentaba Simón donde su rueda de prensa.
Es cierto que un poco de optimismo es necesario cuando la situación vivida ha llegado a los niveles de gravedad que lo ha hecho. Pero también lo es que tres olas de presión hospitalaria por las nubes deberían ser más que suficientes para concienciar a la población que una relajación de las medidas preventivas no debe suponer una liberación total.
Cautela con el turismo
«Creo que los turistas vendrán, vendrán muy bien, probablemente consiguiendo, si hubiera algún brote generado por turistas, tendría un impacto también menos importante de los que pudiéramos pensar, pero creo que debemos rebajar el tono de euforia» continuaba mencionando el director de la CCAES.
El hecho de pronunciarse sobre España como un destino libre de Covid puede llegar a malinterpretarse para aquellos que nos visiten, sobre todo porque ahora mismo las consecuencias no son patentes, pero podrían llegar a serlo en el futuro próximo. «El decir: que venga todo el mundo que quiera, España está abierta al turismo» puede ser un mensaje fácilmente presuntuoso y que solo mire por el bienestar económico y no social.
El eslogan de que España puede recibir visitantes «se puede decir dando gritos o en voz baja, yo como técnico preferiría que se dijera en voz baja» dice Simón. Esta información va en la misma dirección que aquellas que brindan expertos de todo el mundo, y es que aunque se cuente con el apoyo de medidas de inmunización, lo cierto es que la batalla aunque no se ha ganado.
Los países de la Unión Europea y el pasaporte Covid
El Consejo Europeo y el Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo para la aprobación del pasaporte de coronavirus que permitirá la libre circulación de personas por todo el continente siempre que ya hayan sido vacunadas contra el coronavirus. El documento recibirá el nombre oficial de 'Certificado Digital Europeo' y tendrá validez a partir del 1 de julio, lo que permitirá reactivar el turismo en todo el continente en plena estival, una noticia que sin duda ha motivado a los empresarios de este sector económico.
En cambio, algo que no saldrá adelante es que las pruebas PCR que los turistas deben realizarse antes de viajar sean gratuitas, como habían reclamado algunos eurodiputados. El hecho que si se llevará a cabo es que los precios de las pruebas sean más asequibles porque la Comisión Europea destinará millones de euros para reducir sus costes para el usuario. De esta forma se pretende la reactivación del turismo en todos los países de Europa, lo que no se conoce aún es cuáles podrían ser las consecuencias de esta decisión.