La actuación de Fernando Simón en los días anteriores al 8 de marzo es clave para resolver si hubo algún tipo de delito en la autorización de las marchas feministas y otros eventos multitudinarios. Eso es lo que intenta esclarecer la jueza de instrucción en una investigación que podría dar un giro por la confesión del propio Fernando Simón.
Así consta en las declaraciones del propio Simón recogidas en el auto de la Guardia Civil por orden del juzgado de instrucción 51 de Madrid que investiga la causa. Según el documento, los días 5 y 6 de marzo, el director del Centro de Coordinación Emergencias Sanitarias mantuvo dos reuniones en las que dijo algo que ahora puede ser clave.
Simón se reunió dos veces en el ministerio de Sanidad con representantes de la Iglesia Evangelista, a los que trató de convencer de la gravedad de la situación para que suspendieran su acto previsto para los próximos días, y lo hizo con datos «muy precisos de todo lo ocurrido en China, Corea e Italia».
Esto extrañó a los allí reunidos, que le preguntaron: «¿Cómo podemos tener una situación así, de semejante gravedad, como para obligarnos a cancelar el evento que teníamos previsto?». La respuesta les dejó aún más sorprendidos: «Esta información no ha saltado a la opinión pública porque son datos confidenciales», dijo Fernando Simón, «pero a vosotros os queremos exponer la situación para que tengáis claro que ese congreso no se va a celebrar».
La primera reunión entre los responsables de Sanidad y los evangelistas fue el 5 de marzo, según las actuaciones policiales, y uno de los asistentes cuenta que «estaban muy nerviosos». Dice que Salvador Illa estaba enfadado porque pensaban que no iban a colaborar, y que Fernando Simón les empezó a hablar de la situación de la pandemia en España y Europa.
En concreto, les dijeron que tenían «mayor factor de riesgo de contagio debido a la movilidad y a las concentraciones y reuniones de personas». Ya entonces les advirtieron de la situación en Italia y el peligro de exportar el virus a España, y cuando plantearon que querían celebrar un evento en la Caja Mágica de Madrid con 8.000 personas «Salvador Illa ya estaba haciendo gestos con la cabeza y diciendo ‘no, no, esto no se puede hacer’».
'Tenéis que desconvocar. Sois muchos'
Luego hubo un segundo encuentro al que el ministerio de Sanidad no asistió y que encabezó Fernando Simón. Este les explicó la situación actual a nivel sanitario y ofreció datos muy concretos sobre la evolución del Covid-19 a nivel nacional y mundial.
«Nos habló de una situación sanitaria grave», declara uno de los evangelistas, «y detalló que poseían datos muy precisos de todo lo ocurrido en China, Corea e Italia, como que el 91% de los contagios en España provenían de Italia». También les informaron de que Sanidad estaba realizando análisis de contagio persona a persona para contener la pandemia.
Según el auto, para convencer a los evangelistas de suspender el congreso, Simón les habló de una estrategia de Sanidad para contener el virus y les dijo que sus actos acumulaban factores y riesgo de contagio.
A la pregunta de por qué los suyos sí y los de otros no, Fernando Simón confiesa que ya se conocen 22 casos de contagio en España, y resuelve de forma categórica que «este congreso no se puede celebrar». Ante los lamentos de los evangelistas, concluye: «Tenéis que desconvocar, sois muchos y no habrá distancia de seguridad».