Fernando Alberca habló hace 18 años nada más perder a su novia a manos de Noelia de Mingo. La médico residente Leilah El Ouamari fue una de sus víctimas allá por abril de 2003 en la Fundación Jiménez Díaz (Madrid).
Hace unos días, De Mingo ha agredido de nuevo con un arma blanca a otras dos personas en El Molar. Y desde Nius han vuelto a hablar con Fernando para conocer cuál es su reacción al conocer esta agresión de Noelia.
Fernando confiesa en Nius que, a día de hoy, tiene un "sentimiento de indignación y de impotencia. En 2017, cuando salió libre bajo custodia familiar de la madre, los familiares de las víctimas avisamos de que ella podría volver a intentar matar".
"Un tribunal decidió que saliera del hospital y se quedara en manos de una persona de casi 80 años que ya había demostrado mucho antes, en 2003, que no tenía capacidad de controlar los brotes esquizofrénicos de su hija. Si la madre no había sido capaz de controlar la enfermedad mental de Noelia cuando era mucho más joven ¿por qué iba a serlo una década después?"
¿Por qué se dejó en libertad a Noelia de Mingo?
El novio de la doctora asesinada cuenta que, tras dejar en libertad a Noelia de Mingo, pidió "otro informe de un psiquiatra independiente, pero no se nos concedió. Los que se presentaron eran del hospital psiquiátrico de Alicante donde llevaba ingresada diez años, ya se habían establecido unos vínculos con ella".
"Claro que estaba bien, pero porque se encontraba en un entorno controlado, se tomaba la medicación a diario. Los problemas de Noelia y de otros enfermos con esquizofrenia paranoide, como ella, llegan cuando se dejan de tomar la medicación", se lamenta.
Y es que Fernando tiene claro que lo que le sucedió a su pareja en 2003 podía haberse evitado. "Para mí, ambas cosas son resultados de negligencias. Hace 18 años antes de que matara a mi novia y a otras dos personas en la Fundación Jiménez Díaz e hiriera a cinco más, todo el mundo sabía en el Hospital que no estaba bien, que estaba desequilibrada".
"Recuerdo los comentarios de mi pareja y de otros compañeros suyos que no entendían por qué no la apartaban del servicio. Mi novia, Leilah, temía que le hiciera daño a algún paciente", explica.
Fernando recuerda como Noelia de Mingo mató a su novia
Fernando denuncia que "el hospital la mantuvo en su puesto a pesar de todo. Desde mi punto de vista porque su familia era muy amiga de la familia del fundador de la clínica, Carlos Jiménez Díaz".
"Ambas son de El Molar de toda la vida y tienen una relación muy estrecha desde siempre. Me imagino que alguien debió decir que Noelia tenía que acabar la residencia fuera como fuera y la encubrieron en todo momento", señala.
Además, Fernando cuenta en Nius cómo fue el día de aquella agresión mortal. "Compró en una ferretería un cuchillo de grandes dimensiones, se lo metió en la bata y se lio a cuchilladas. Primero atacó a tres doctoras residentes y ahí fue cuando mató a mi novia, después la emprendió con quien encontró a su paso".
"Leilah murió intentando arrebatarle el cuchillo, pero no lo consiguió, le dio varias puñaladas en el tórax y alguna le alcanzó en el corazón. No se pudo hacer nada", se lamenta.
"Me costó años recuperarme y esto no hace más que abrir la herida de nuevo"
Tras 18 años del asesinato de Leilah, el entrevistado asegura que le ha llevado muchos años recuperarse y "esto no hace más que abrir la herida de nuevo. Lo advertimos todos los familiares de las víctimas, podía volver a ocurrir. Lo vuelvo a advertir ahora".
"La ingresarán de nuevo en un psiquiátrico y dentro de un tiempo volverá a salir e intentará matar a alguien". Noelia de Mingo, cuando se descompensa, no tira una figurita de porcelana en su casa ella acuchilla gente", asegura.
Fernando expone que "no quiere menoscabar sus derechos. Está enferma, pero algo hay que hacer para evitar que dentro de unos años me volváis a llamar porque ha vuelto a apuñalar a alguien", sentencia.