«Voy a contar una historia». Con esta frase, Fernanda Freire, cordobesa de 29 años afincada en Madrid, abre la caja de los truenos y relata un episodio de «machismo» con Pablo Iglesias como protagonista. Su historia tuvo lugar en un bar de cañas en el que coincidió con Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias cuando ella era universitaria.
Lo contó desde su cuenta de Twitter para denunciar el «acoso y machismo rancio» de «el tocón Monedero» y el «macho alfa Pablo Iglesias». Ahora sale a dar la cara y explica sus motivos en El Mundo. Detrás de esta denuncia contra los hombres fuertes de Podemos está una ex alumna suya que ahora es pareja del polémico youtuber Un Hombre Blanco Hetero.
Los hechos que relata sucedieron en noviembre de 2010. Fernanda acababa de empezar Relaciones Internacionales en Madrid. Esa noche quedó con unos amigos para tomar algo en un bar del barrio de Lavapiés, y luego se dirigieron a La Huelga, un conocido local al que solían ir los futuros fundadores de Podemos.
Uno de ellos era su profesor de Ciencias Políticas 2, Juan Carlos Monedero, que estaba acompañado por dos más. Uno era Pablo Iglesias, al que entonces no conocía, y el otro no sabría reconocerlo hoy, aunque lo relaciona con el canal de La Tuerka.
Según su relato, «en cuanto nos vieron, Monedero comenzó a hacer aspavientos orgulloso de sus alumnos y nos invitaron a una ronda. Recuerdo la mano de Monedero en mi cintura cuando volvía de la barra con una copa. Al parecer el hombre es muy tocón en general, pero yo no lo sabía. En ocasiones posteriores escucharía a otras chicas decir eso, que el Juancar es muy tocón y no hay que tenérselo en cuenta».
Y sigue: «Allí estábamos los seis, y en estas que el Macho Alfa (Iglesias) vio a una tierna joven muy tonta y no quiso desaprovechar la oportunidad. Me acorraló cual cervatillo para empezar a dorarme la píldora». En este punto recuerda que él tiene 14 años más que ella, y que «decía frases típicas del estilo ‘eres muy madura para tu edad’».
'No me dio miedo, sino pena'
«Total, que ahí estaba yo con un tipo feísimo con coleta, chepa y un piercing choni que era profe de la uni pensando qué hacer con mi vida y aguantando la turra», explica, «hasta que Iglesias soltó por su apetitosa boca las siguientes palabras: Voy al baño a refrescarme, te espero ahí». Recuerda que en esos momentos le dio un billete de cinco euros a su compañero, «y me piré».
Luego dice que el tercer hombre insistió en acompañarla a casa a pesar de que ella se negó varias veces: «normalmente cuando decía no, era no, pero para estos no es así, y por eso sus mujeres se empeñan tanto en que sólo sí es sí». Dice que llegó incluso hasta su portal y que «lo intentó todo» para subir hasta su piso. Pero le cerró la puerta en la cara: «No me dio miedo, sino pena».
'No soy víctima, ni fue un trauma'
Tres años después, el destino volvió a unirlos en La Tuerka, aunque en aquella ocasión dice que el comportamiento fue estrictamente profesional. «Supongo que el señor Iglesias no recuerda esto, pero por desgracia yo sí, y para su pareja mi relato sería el de una víctima si el victimario no fuese el padre de sus hijos. Todos, eso sí, muy feministas».
Fernanda no se considera víctima de Pablo Iglesias ni de Juan Carlos Monedero, y asegura que «no fue un trauma para mi». Pero si lo ha explicado es porque quiere «denunciar la doble moral de Podemos y del feminismo radical, del sólo sí es sí y del yo sí te creo». Define a Pablo Iglesias como «un machista, nepotista e hipócrita» y lanza una pregunta a Irene Montero: «Ella considera víctima a cualquier mujer que relate un encuentro desagradable con un hombre, de ligoteo cutre, y eso es lo que yo viví. ¿A mí no me creen?».
Fernanda es ahora consultora en una empresa de Madrid y asegura que no tiene ninguna vinculación con partidos políticos. Eso sí, es una persona muy activa en las redes contra el «feminismo radical». «Desde Podemos se alientan leyes que hacen que un encuentro desagradable con un hombre, aunque sea un intento cutre de ligar, pude convertirse en delito si la mujer se siente víctima», argumenta. Su pareja, Sergio Candanedo, es un youtuber acusado por el entorno de Podemos de misógino y machista.
Su testimonio ha causado una gran impacto y en pocas horas se hizo popular la etiqueta PabloAcosador. De momento, el equipo de Pablo Iglesias no ha querido hacer ningún comentario al respecto.