Todas las piezas encajan. La policía cree saber ya qué le pasó a Félix José Esquerdo, el farmacéutico de 35 años desaparecido hace un año en Alicante. La tenacidad de los investigadores ha logrado dar un giro a la trágica historia de esta desaparición.
Félix, un chico con problemas de socialización, se esfumó después de quedar con sus nuevos amigos de internet. O al menos eso es lo que hizo creer a su madre. Según la investigación abierta, se lo inventó todo para montar una coartada.
Desde el primer momento, los agentes trabajaron con la hipótesis de una fuga voluntaria. Podría haber huído lejos de casa para empezar una nueva vida. Aunque también estaba abierta la posibilidad del suicidio, opción que ahora gana peso.
La clave para resolver el caso ha sido triangular las señales telefónicas del móvil de Félix. Lo ha hecho una empresa experta en ciberseguridad, Lazarus, a petición de un despacho de investigadores. A partir de ahí, los criminólogos han elaborado un informe.
Las 19 páginas del sumario privado aportan nuevas evidencias sobre el trágico destino del joven. Félix encendió su móvil tres veces después de desaparecer. La última fue en un lugar recóndito de Baeza, Jaén, a 365 kilómetros de casa.
La desaparición de Félix, envuelta en el misterio
Félix José Esquerdo tenía 35 años y trabajaba de farmacéutico en Alicante. Allí vivía con su madre, con la que según los investigadores mantenía una difícil convivencia. El joven padecía problemas psicológicos debido a una gran frustración vital.
Al parecer, sentía que no había cumplido las expectativas de su madre y la idea de vivir se le hacía muy cuesta arriba. Su refugio era internet, donde frecuentaba una web clandestina sobre el suicidio. En ella compartía sus pensamientos e intenciones.
Félix había detallado en más de una ocasión su intención de quitarse la vida. “Mi vida es una puta mierda, me aburro con todo”. Y mostraba al resto de internautas su voluntad de cambiar el testamento antes de quitarse la vida.
En alguna ocasión también había pensado en mudarse y empezar una nueva vida. Solo faltaban algunas piezas por encajar en el rompecabezas que ahora toma forma gracias a una llamada.
El 3 de octubre de 2020, un sábado, Félix José se despidió de su madre antes de ir a una supuesta cita con unos amigos. Se había levantado pronto, a las 07:30 de la mañana, y se fue de casa después de desayunar. Su madre no vio nada raro en su comportamiento.
Un par de horas después, el joven llamó a su madre para decirle que estaba de excursión en la montaña con sus nuevas amistades. La mujer, preocupada porque su hijo no tenía amigos, le había convencido para contactar con otros jóvenes en la web. Pero en realidad, no existían tales amigos.
Su móvil se activó en tres ocasiones
Según los datos de la investigación, Félix llamó a su madre desde una habitación que había alquilado a pocos metros de su casa. A partir de entonces se le pierde el rastro. El chico desconectó su teléfono, y el lunes no fue a trabajar.
Su madre puso en conocimiento de la policía que su hijo no daba señales de vida, y que no se había presentado al trabajo. Los agentes trataron de llenar las lagunas que presentaba el caso. Entre el 3 de octubre y el 30 de noviembre, su móvil solo se activó en tres ocasiones.
- El 17 de noviembre, el móvil realiza una conexión desde Burriol, localidad castellonense situada a 265 kilómetros de Alicante. La llamada se ubica en la Avenida Zaragoza, una calle céntrica y concurrida. Pero todos llevan mascarilla, y nadie puede reconocer a Félix.
- El 27 de noviembre se activa de nuevo el terminal, esta vez en Baeza, Jaén. En este caso, la ubicación llama especialmente la atención de los investigadores. Se trata de la Laguna Grande, un paraje natural abrupto y de difícil acceso en el Valle del Guadalquivir.
- ¿Qué hacía el joven en una laguna rodeada de terreno agreste a 365 kilómetros de casa? La investigación aún tendría que dar un último y definitivo giro. El 30 de noviembre, Félix hizo una última llamada, y fue al seguro de defunciones de la familia.
La llamada se produjo por la mañana, y la operadora no pudo atender en ese momento al cliente. Minutos después le devolvió la llamada, pero Félix ya no respondió. A partir de entonces se le pierde definitivamente el rastro y su móvil no emite ninguna otra señal.
La hipótesis definitiva: qué le pasó a Félix
Lazarus es una prestigiosa empresa que ha participado en otros casos como el de Diana Quer o el de Marta del Castillo. Su aportación ha sido definitiva para reconstruir los últimos días de Félix José Esquerdo. La hipótesis final deja pocas dudas, y apunta al suicidio.
Según los investigadores, Félix escapó de casa con la idea de reconstruir su vida lejos de allí o con la intención de acabar con su vida. 57 días después encontró en Baena un lugar para quitarse de en medio. La Laguna Grande era el emplazamiento ideal para ello.
Según el informe, “el lugar se encuentra rodeado de vegetación arbustiva de ribera y arbolada, con zonas retiradas aisladas”. Creen que ese fue el paraje escogido, ya que “la persona ha estado buscando lugares aislados con el paso restringido o de difícil acceso”.
Su madre Isabel hace un último llamamiento para encontrar a su hijo “vivo o muerto”. Dice estar enterrada en vida: “Necesito encontrarle, si está vivo para ayudarle, y si está muerto para enterrarle”. Por lo menos ahora, se encuentra un poco más cerca de la verdad.
Las personas con un problema parecido al de Félix, con pensamientos negativos o con tendencias suicidas, pueden recurrir a los profesionales. El 112 es el teléfono para prevenir un posible caso de suicidio. El teléfono de la esperanza es el 717 00 37 17.
Vídeo resumen con las imágenes de la búsqueda de José Félix
En este vídeo podrás ver algunas de las imágenes de como fue la búsqueda y un resumen de todos los pasos que la policía siguió para resolver este enigmático caso.