Jubilarse con una pensión digna es el sueño de la mayoría de los españoles de a pie. No todos lo consiguen. Cada vez hay que trabajar más años y cotizar más para poder afrontar la vejez con tranquilidad.
Ahora hemos conocido el importe de la pensión que recibía el rey emérito Juan Carlos I. Va a ser verdad eso de que siempre ha habido clases.
Una pensión realmente Real
153.000 euros. Nada más y nada menos. Esa es la cantidad que recibió Juan Carlos I en su primer año como jubilado. A pesar de haberse retirado en junio del año 2019 el rey emérito siguió percibiendo la misma asignación por parte de los presupuestos de la Casa Real. Hasta que este mes de marzo su hijo se la retiró.
Esta semana se cumple un año desde que la Casa Real anunció que don Juan Carlos Ise apartaba de toda actividad pública. Justo cinco años después del día que anunció su abdicación.
Durante este año hemos visto poco al antiguo Rey y siempre dedicado a actividades privadas. En la web de la Casa Real no figura en ningún acto oficial con excepción del funeral de su hermana.
Al no cotizar en la Seguridad Social los miembros de la familia real no tienen derecho a una pensión de jubilación, Tras su proclamación como Rey en junio de 2014 Felipe VI asigno a sus padres una cantidad.
La de su padre se fijó en 194.232 euros divididos en doce pagas mensuales. A pesar de jubilarse Juan Carlos I siguió cobrando en 2019 ese montante. También lo hizo durante los primeros meses de 2020. Hasta que el 15 de marzo Felipe VI decidió retirarle la asignación a su padre.
El escándalo de las cuentas suizas que lo cambió todo
La relación de don Juan Carlos con unas fundaciones de origen opaco que ahora mismo está siendo investigada por la Justicia suiza le puso de nuevo en el ojo del huracán. No era la primera vez que este tipo de escándalos salpicaba su figura. Pero esta vez tenía una gravedad añadida porque afectaba a su hijo
Felipe VI aparecería como beneficiario de una de esas fundaciones lo que llevó al actual Rey a retirar la asignación de su padre. También a renunciar a la parte de su herencia en un intento de desvincularse de los turbios negocios de su padre.