Tras muchos años avanzándolo, parece que por fin hay fecha para que no se puedan comprar coches nuevos de gasolina y diésel en España. Bruselas confirmaba este miércoles el año en que desaparecerán de los concesionarios. Así, en 2035 se pondrá fin a las ventas de los coches de combustión.
Era la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, la encargada de hacer este importante anuncio. Esta medida está dentro de iniciativas para luchar contra el cambio climático. Ese año no solo será el final de los coches de gasolina y diésel, sino que también quedará prohibida la venta de coches híbridos.
Von der Leyen explicaba a la prensa que la dependencia de la economía europea de este tipo de combustibles "ha llegado a su fin". Justificaba sus medidas contra la gasolina o el diésel por el hecho de que "la emisión de CO2 debe de tener un precio".
El objetivo de la comisión es que se puedan reducir los efectos en el clima de estos combustibles, pero sin generar una pérdida de puestos de trabajo. "Combina la reducción de emisiones con medidas para preservar la naturaleza y para poner los empleos y el equilibrio social en el corazón de esta transformación", aseguraba la presidenta la Comisión Europea.
De momento, pero la decisión podría no ser todavía definitiva. La medida tiene que pasar por el Consejo de la UE, donde están representados los estados miembro, y con el Parlamento Europeo.
Precisamente a los países europeos les pedía que no pusieran trabas y que apuesten fuertes por las energías limpias. Afirmaba que "deberían destinar la totalidad de sus ingresos por comercio de emisiones a proyectos relacionados con el clima y la energía".
Los españoles siguen prefiriendo los coches diésel o gasolina a los eléctricos
Los fabricantes y los conductores en Europa tenemos quince años para concienciarnos del adiós a la gasolina y el diésel. Pero la realidad es que mucho tiene que cambiar la tendencia actual para que el sector del automóvil de primera mano no se vea afectado. Al menos, en lo que se refiere en nuestro país.
Y es que los números actuales no engañan. Solo hay que ver la tendencia actual en las ventas de coches en España. Tanto si hablamos de vehículos nuevos como de segunda mano.
El Gobierno se ponía un objetivo para 2030 que era que hubiera ya 5.000.000 millones de vehículos eléctricos en nuestro país. Pero ahora mismo no parece realista. Si miramos el año pasado, en 2020 solo se matricularon 36.948 coches eléctricos.
Y aunque es una subida de un 27% respecto al año anterior, sigue siendo insuficiente. Entre coches gasolina o diésel se vendieron 1.253.538 unidades.
Todo dependerá de que se lleguen a los cálculos que hace la Asociación de concesionarios FACONAUTO. Esta estima que “en 2026 se matricularán 250.000 unidades una cifra que supondrá el 20% del mercado”.
En los vehículos de ocasión, la tendencia es similar. El mes pasado se vendieron o compraron 168.797 coches de segunda mano. 106.307 eran diésel, 60.472 de gasolina y solo 938 eléctricos. Los otros 3.113 eran híbridos de gasolina.
El Gobierno prepara una subida de los impuestos del diésel y la gasolina
Mientras las compras de vehículos sigan en esas cifras, al Gobierno no le queda otra que tratar de incentivar la compra de coches eléctricos. Y lo hace de dos maneras. Con un palo y una zanahoria.
Por un lado, son conocidas las muchas ayudas que se dan a este tipo de vehículos. Por el otro, está la tan comentada subida del impuesto de carburantes que quieren aplicar en los próximos años. La meta es aumentar los ingresos y que el precio pueda llegar a subir hasta 20 céntimos por litro.