Más de 200 operarios trabajan para ultimar las obras del nuevo hospital de Madrid. Está previsto que el centro sanitario Isabel Zendal, situado en Valdebebas, abra sus puertas a finales del mes de noviembre.
Este hospital servirá para que el Servicio Madrileño de Salud, SERMAS, pueda ser capaz de hacer frente a un posible rebrote de la COVID-19, pero también a cualquier tipo de epidemia, emergencia o catástrofe que pueda tener lugar en un futuro en España.
Amplias instalaciones
El centro cuenta con cinco módulos, tres de ellos para hospitalización. Éstos tienen una superficie de 10.500 metros cuadrados cada uno y capacidad para alrededor de mil pacientes y 50 camas de UCI.
Las instalaciones también contarán con un pabellón de almacenamiento y logística que será además el almacén central del SERMAS.
Asimismo, el nuevo hospital madrileño contará con un edificio de usos múltiples sanitarios, que albergará el Centro de Contingencia del Summa 112, donde se coordinará el transporte de urgencia y emergencia de la Comunidad de Madrid, y el Centro de Coordinación de Crisis Sanitarias, que recopilará los datos de todo el sistema sanitario, los analizará y establecerá recomendaciones para contribuir a mejorar la toma de decisiones.
Además, habrá un Laboratorio Regional de Salud Pública, cuya principal labor será la vigilancia, el análisis y el control epidemiológico de la salud como apoyo a la Dirección General de Salud Pública.
Según la mesa sectorial celebrada esta semana, el Hospital Enfermera Isabel Zendal abrirá sus puertas a finales de noviembre, un retraso respecto a lo anunciado por la Comunidad de Madrid en las últimas semanas.
Además, sólo estará en funcionamiento uno de los pabellones, concretamente el número 2, donde hay disponibles 240 camas.
Problemas de personal antes de abrir
En cuanto a los trabajadores, aunque los sindicatos propusieron que se contratase a personal sanitario sin desmantelar la atención primaria o el resto de los hospitales, lo cierto es que la Comunidad de Madrid ha informado recientemente que pretende dotar de personal al nuevo hospital con profesionales voluntarios de otros centros. Éstos deberán apuntarse próximamente en el tablón de anuncios y la intranet.
Aún no se sabe cuándo, pero dejarán su centro para servir en el Hospital Enfermera Isabel Zendal. En caso de que no se llenen los cupos de profesionales necesarios, se obligará a la movilidad forzosa a los sanitarios contratados hace unos meses como refuerzos Covid-19.
Lo cierto es que estas medidas de la Consejería no han sentado nada bien al sector médico. Los sindicatos denuncian que Sanidad aún no sabe el número de profesionales sanitarios que va a necesitar para que el hospital de pandemias comience a funcionar a finales de mes.
Desde el sindicato Amyts se han opuesto «radicalmente» a las decisiones de la Consejería. «No admitimos que se pueda bajo ningún concepto detraer de manera forzosa a personal de los hospitales para una infraestructura que a día de hoy parece completamente innecesaria», ha expuesto su secretario general Julián Ezquerra.
Mariano Martín-Maestro, secretario de acción sindical de CCOO Sanidad Madrid, afirma que, de seguir así, la sanidad madrileña entrará pronto «en la UCI». Y es que esta decisión no hace más que desmantelar, aún más, la sanidad. Recuerdan que siguen haciendo falta refuerzos, aunque no haya abierto el Isabel Zendal.
Además, Martín-Maestro hace hincapié en que la Consejería ha contratado sólo a 7.100 profesionales, según el portal de transparencia. «El consejero dice que han sido 10.400, como prometió, pero no dicen lo mismo sus propios cálculos. Si comparas la plantilla de febrero y la de ahora, faltan alrededor de 3.000 por contratar», asegura.
Igualmente, apunta que «hay alrededor de 1.500 profesionales infectados y la mayoría no están siendo sustituidos; tenemos en marcha el plan de la gripe y no se han hecho refuerzos; y se nos ha dicho que van a comenzar a movilizar las listas de espera. Si vas a poner en marcha todo eso y minoras encima la plantilla…».
Por el momento sólo se puede esperar a que el hospital abra sus puertas y ver si las condiciones en las que lo hace son tal cual las promete el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso o no.