En las últimas horas no se habla de otra cosa: la Universidad de Oxford ha encontrado un fármaco efectivo y muy barato contra el Coronavirus que puede salvar uno de cada tres pacientes con problemas respiratorios graves. Se trata de la dexametasona, un medicamento bastante común que en 2017 fue relacionado con un personaje famoso en España.
Las autoridades sanitarias llaman a la prudencia, pero tampoco pueden esconder el alivio por lo que parece ser el fármaco definitivo que cure los pacientes con Covid-19. El propio Fernando Simón ha dicho que «sí que parece que los resultados son buenos» aunque ha perdido calma ante la necesidad de más estudios que lo corroboren.
La dexametasona es un corticosteroide, es decir, similar a una hormona natural producida por las glándulas suprarrenales, con efectos antiinflamatorios, analgésicos y antialérgicos, que suprime el sistema inmune, además de aliviar la inflamación, la hinchazón y el dolor.
Este fármaco es muy barato, ya que su precio ronda los cinco euros, y funciona de manera efectiva reduciendo un tercio la mortalidad en pacientes que requieren respiración asistida, y un quinto entre los que requieren suministro de oxígeno. Por eso se suele utilizar en patologías como el asma o para paliar los efectos secundarios de la quimioterapia en enfermos de cáncer.
Respecto a los efectos secundarios, la dexametason no provoca molestias graves, aunque en algunas personas puede causar vómitos, mareos, problemas de visión, ansiedad o inflamación de la cara, piernas o tobillos.
Positivo por dopaje
Ahora, los investigadores han descubierto que este medicamento puede ser muy efectivo para pacientes graves de Covid-19, pero en realidad la dexametasona es un viejo conocido en el ámbito sanitario e incluso estuvo vinculado hace años a un famoso deportista en España.
La dexametasona se utiliza en el mundo del fútbol para tratar ciertas lesiones, ya que es uno de los corticoides más usados en el deporte siendo habitual la infiltración con anestésico. En 2018 Football Leaks filtró que el central del Real Madrid, Sergio Ramos, había dado positivo en dexametasona durante un control antidopaje en la final de la Champions de 2017.
En personas que no están enfermas este fármaco tiene efectos similares a los esteroides, y por eso el reglamento del fútbol prohíbe su uso, aunque este está muy extendido en la élite por medio de filtraciones para frenar dolores. En ese caso, debe ser comunicado con anterioridad y ser administrado por prescripción médica sólo por vía intraarticular.
Así, la administración de este fármaco oral, de forma intravenosa o intramuscular supone una infracción por dopaje, y eso es lo que sucedió con Sergio Ramos. Tras una investigación, el futbolista español demostró que había sido administrada un día antes por vía intraarticular, un argumento que la UEFA dio por bueno y cerró el caso.