Hace tan solo unos días se daba a conocer el caso de desahucio de Adoración, la mujer que había perdido la casa en la que residía junto a su hijo, su nuera y sus cuatro nietos. No ha pasado ni siquiera una semana, cuando ya ha salido a la luz otro caso similar en Barcelona.
Justo antes de que entrara en vigor el toque de queda impuesto por el Gobierno el pasado jueves, los Mossos d'Esquadra, tal y como han denunciado desde la plataforma Sindicat d'Hbitatge de Nou Barris, desalojaron a una familia con tres niños, entre los que se encuentra un bebé, en Ciutat Meridiana.
Doble desalojamiento
La familia afirmó que cuando llegó a su domicilio a mediodía se encontraron con la cerradura cambiada y sin haber recibido ningún aviso de la propietaria.
Según las fuentes policiales, el desalojo del piso se había llevado a cabo por la mañana, pero a las cuatro y media, la vivienda volvió a ser ocupada, la cerradura volvió a cambiarse y en el lugar se agruparon diversas personas para evitar una nueva desocupación.
Por este motivo, se desplazaron varios agentes de las áreas de recursos operativos (ARRO), que acabaron pidiendo refuerzos de los antidisturbios de la Brima, que finalmente lograron sacar a la familia.
Los Mossos d'Esquadra actuaron sin una orden judicial
Este desalojo se produjo unas horas después de que Pere Aragonès, el presidente de la Generalitat en funciones, anunciase que se suspendían «los desahucios en Cataluña» con motivo del nuevo confinamiento.
No obstante, las autoridades acudieron por la noche a la vivienda de la familia, situada en el número 93 de la avenida Rasoa de Peguera, donde una gran cantidad de vecinos intentaron parar el desalojo sin éxito.
Eduard Sallent, el jefe de los Mossos d'Esqudra, reconoció en una entrevista a 'Ser Cataunya' que el desahucio se produjo sin una orden judicial frente a la «reocupación» de la familia con 3 menores de edad.
Indignación de vecinos y asociaciones
El gran dispositivo policial que se formó para desalojar a la familia indignó fuertemente a los vecinos, que no han dudado en compartir decenas de mensajes en las redes sociales, donde han mostrado su rechazo ante la actuación de los agentes que se produjo por la noche y en un contexto muy complicado debido a la epidemia mundial y a la restricción de movilidad nocturna.
Fili Bravo, el presidente de la asociación de vecinos de Ciutat Meridiana, crítico duramente el despliegue de las autoridades y señaló como «insólito» que se desahucie a una familia con menores, de noche y en plena emergencia sanitaria.
Además, destacó que ese mismo día la Generalitat, tras anunciar nuevas restricciones de movilidad, había dicho que iba a tomar medidas en este tipo de casos.
«La familia no recibió notificación, ni del abogado de oficio, ni del juzgado», dijo. Ni la asociación ni la SIFO, la unidad municipal que actúa en estos casos, fueron avisados.